lunes, 17 de octubre de 2016

BHAGAVAD GITA - Parte V. Renunciación (VI) - Reflexiones Personales -

 
 
Basándome en una selección de citas que he considerado mas relevantes de la Parte V - "Renunciación" del libro "Bhagavad Gita El Mensaje del Maestro", escribo a continuación unas reflexiones personales sobre las mismas.  Están relacionadas con la entrada publicada en fecha anterior, la cual podéis consultar si lo deseáis desde el siguiente enlace:

BHAGAVAD GITA - Parte V. Renunciación (VI)


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"Perfecto renunciante es aquel que no apetece ni rechaza la acción, aquel que renuncia al agrado y al desagrado. Liberado de los pares de opuestos, sereno y feliz, puede hacer todo cuanto el servicio le depare; y, sin embargo, puede igualmente abstenerse de la acción, por no tenerle apego."

Cuando se consigue alcanzar el punto de equilibrio entre la atracción y repulsión hacia cualquier cosa o persona, es decir, cuando ni gusta ni disgusta realizar determinada acción, uno se encuentra en disposición de poder actuar sabia y correctamente al no estar condicionado ni esperar resultado de la acción realizada. El no estar encadenado al resultado de la acción permite tanto el actuar como el no hacerlo.


 
"Armonizado y sin deseo ni esperanza de recompensa por la acción, el sabio logra la paz. Pero el hombre, ansioso por el fruto de sus acciones, no halla paz, porque lo conturba el deseo de remuneración. Libre el sabio de las acciones y de sus resultados, mora en el templo del Espíritu, al que los hombres llaman cuerpo, y permanece en tranquila paz, sin deseo de acción ni de ser causa de acción, pero dispuesto a desempeñar su parte en la acción cuando lo exijan los deberes de su estado. Porque sabe que aunque su cuerpo, sentido y mente puedan empeñarse en la acción, su verdadero ser permanece por siempre imperturbado."

De lo anterior, quien actúa o deja de hacerlo simple y llanamente por ser su deber y no por el resultado o recompensa de esa acción o inacción, obtiene armonía y paz. 

martes, 4 de octubre de 2016

BHAGAVAD GITA - Parte IV. Conocimiento Espiritual (V) - Reflexiones Personales -


 

Basándome en una selección de citas que he considerado mas relevantes de la Parte IV - "Conocimiento Espiritual" del libro "Bhagavad Gita El Mensaje del Maestro", escribo a continuación unas reflexiones personales sobre las mismas.  Están relacionadas con la entrada publicada en fecha anterior, la cual podéis consultar si lo deseáis desde el siguiente enlace:

BHAGAVAD GITA - Parte IV. Conocimiento Espiritual (V)


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"KRISHNA. – Numerosos han sido mis nacimientos y renacimientos, ¡oh príncipe!, y muchos han sido también los tuyos. Pero yo recuerdo mis vidas pasadas, mientras que tú has olvidado las tuyas."

Este es uno de los problemas fundamentales del ser humano, la continuidad de conciencia. La mayor parte de seres humanos no recordamos nuestro pasado como almas sino únicamente el recuerdo que el cerebro físico puede aportar, por tanto, la vida presente, no las pasadas. A partir del momento en que nuestra conciencia pueda ensamblarse con la del alma, podremos recordar nuestro largo camino recorrido (como almas), de la misma manera que cuando nos identifiquemos plenamente con la misma y poseamos continuidad de conciencia, el miedo a la muerte desaparecerá, puesto que representará lo mismo que cuando nos acostamos cada noche para volver a reemprender al día siguiente nuestras obligaciones, es decir, un día mas de la larga vida del alma.
 
 
 
"...cuando la virtud y la justicia decaen en el mundo y se entronizan el vicio y la injusticia, entonces Yo, el Señor, me manifiesto como un hombre entre los hombres, y mediante mi influencia y enseñanzas destruyo el mal y la injusticia para sustituirlos con la virtud y la justicia."

Ciertamente con el tiempo va desvirtuandose el significado primordial de la Sabiduría Divina, al ir tergiversándose e interpretándose de forma individual y unilateral la misma.

Es gracias a la cíclica aparición de Avatares, por la cual la humanidad a
vanza hacia su destino, con períodos de retroceso espiritual pero que no dejan de ser un descenso a un escalón inferior para, en un fuerte impulso posterior, subir dos peldaños seguidos en su evolución espiritual.

La ascensión en espiral hacia un futuro prometedor.