Nada ha existido desde el principio de la Creación hasta que fue hecho un primer
Arquetipo. Al formarse el Sistema Solar, la primera Fuerza de Dios, Voluntad-Creación, aparece la segunda fuerza, Amor-Sabiduría. Este Segundo poder a través de La Fuerza de la Imaginación, concibe la Idea-Arquetipo, del Sistema Solar; entonces la tercera Fuerza, la Actividad, trabajando sobre la Substancia Cósmica, produce movimiento, y la Fuerza Armónica-melódica y rítmica, construye un Arquetipo separado para todo lo que toma forma.
En la
cuarta Región del Pensamiento Concreto se encuentran los Arquetipos de todas las formas que se manifiestan aquí en el mundo físico. Allí sin embargo todos los objetos sólidos de la Tierra aparecen como cavidades vacías de las cuales suena continuamente la nota básica. Un Arquetipo es una cavidad hueca, vibrante, cuyo tiempo de Vida es un permanente canto. Su apariencia es algo similar a un molde de yeso aquí en nuestro mundo. Así como se derrama yeso en el molde, y se forma una escultura, así los átomos físicos se ponen en orden con una pauta similar, y forman un cuerpo viviente, ya sea una planta, un animal, un hombre. Cada Arquetipo emite un tono musical armonioso, y es este sonido el que atrae y moldea los átomos físicos, dándole forma.