Otra opinión personal dada en un foro de la red social Tendencia Vital que me permite iniciar otro tema
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Según nos dice la Sabiduría Antigua y la Teosofía, un pensamiento (Manas en sánscrito) se reviste de deseo (Kama) formándose una forma de vida (Kama-manas). A más intensidad del pensamiento-deseo más energía de igual grado vibracional absorberá esa forma de vida, produciendo sobre su creador una atracción mas intensa a medida que se retroalimentan mutuamente.
Somos "creadores inconscientes de vida", responsables de nuestros deseos y pensamientos y de los efectos que produzcan los mismos tanto en nosotros, en quien nos rodea y en nuestro medio ambiente.
Esa forma de vida creada por el pensamiento-deseo, si su creador la vitaliza lo suficientemente por medio de un pensamiento-deseo sostenido y la mantiene en intensidad y tiempo, adquiere tal vitalidad y fuerza que puede perdurar por mucho tiempo antes de desintegrarse por falta de vitalidad. Además, cuando son lo suficientemente potentes, llegan a adquirir un cierto grado de instinto de supervivencia, y cuando su energía empieza a disminuir intentan por todas las maneras revitalizarse para no desaparecer, obteniendo en algunos casos esa energía por la línea de menor resistencia, es decir, de su creador, induciéndole a pensar y desear sobre aquello que creo a esa forma de vida.
Esta sería la explicación esotérica de las obsesiones y alguna que otra enfermedad mental.
Es importante tener una "higiene mental" adecuada para: primero, protegernos de pensamientos y deseos ajenos que circulan libremente por nuestro alrededor. Segundo, no aumentar con nuestros incontrolados deseos y pensamientos el ambiente tóxico que circunda al planeta y que es el causante (además de otros factores) de muchos de los males que azotan a la humanidad tanto física como psíquicamente.
Somos "creadores inconscientes de vida", responsables de nuestros deseos y pensamientos y de los efectos que produzcan los mismos tanto en nosotros, en quien nos rodea y en nuestro medio ambiente.
Esa forma de vida creada por el pensamiento-deseo, si su creador la vitaliza lo suficientemente por medio de un pensamiento-deseo sostenido y la mantiene en intensidad y tiempo, adquiere tal vitalidad y fuerza que puede perdurar por mucho tiempo antes de desintegrarse por falta de vitalidad. Además, cuando son lo suficientemente potentes, llegan a adquirir un cierto grado de instinto de supervivencia, y cuando su energía empieza a disminuir intentan por todas las maneras revitalizarse para no desaparecer, obteniendo en algunos casos esa energía por la línea de menor resistencia, es decir, de su creador, induciéndole a pensar y desear sobre aquello que creo a esa forma de vida.
Esta sería la explicación esotérica de las obsesiones y alguna que otra enfermedad mental.
Es importante tener una "higiene mental" adecuada para: primero, protegernos de pensamientos y deseos ajenos que circulan libremente por nuestro alrededor. Segundo, no aumentar con nuestros incontrolados deseos y pensamientos el ambiente tóxico que circunda al planeta y que es el causante (además de otros factores) de muchos de los males que azotan a la humanidad tanto física como psíquicamente.