SOBRE EL KARMA

A continuación os dejo una opinión personal sobre el Karma (dada como respuesta en un foro de de una red social que ya no existe)  que me sirve como entrada de blog.

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La Ley del Karma es una de las Leyes fundamentales del Universo y todo, y recalco y repito, "todo" está sujeto a ella.

Existe karma en todos los niveles de conciencia desde el mas instintivo e incipiente al de la Entidad mas excelsa que podamos imaginar. El Karma regula y equilibra los pares de opuestos con el fin de no desestabilizar la armonía existente en el Universo. No es un castigo. Es una restitución de la armonía necesaria para que funcione a la perfección el engranaje Cósmico. Una restitución de algo que se obtiene; una sustitución de algo que se da. Si algo se quita, algo ha de ocupar lo quitado. Si algo se da y ocupa “un lugar”, alguna cosa “será desplazada” e irá hacia el “hueco” que dejó lo dado...

Me atrevería a decir a nivel personal y sin haberlo leído en ningún sitio, que es “el motor” que mueve el Universo. Una acción produce su reacción. Del reposo absoluto de un Universo no manifestado (Pralaya) hasta el inicio de la manifestación del mismo (Manvántara), como yo lo veo (o intuyo, probablemente de manera muy imperfecta) es el iniciador de todo. Es esa “causa inicial” que produce una serie de “reacciones en cadena” que generan mas causas y subsiguientes reacciones en cadena produciendo mas causas, etc, etc, etc.

Existen múltiples e infinitos tipos de Karma, como múltiples e infinitas formas de manifestarse "la Vida" que se "oculta" tras cualquier tipo de forma. Existe el individual, el familiar, el de pueblos, naciones, razas, planetario, Solar, Cósmico... hasta el infinito (y más allá de toda nuestra comprensión).

Como yo lo entiendo, el Karma familiar suele manifestarse a nivel físico como, por ejemplo, la herencia genética (recordemos que el karma no forzosamente ha de ser negativo, lo hay de positivo también). El carácter sería mas de tipo astral-mental y también estaría influido (no definido, pero sí influenciado) por el karma familiar. ¿Quién no ha visto en alguna familia que a medida que los hijos crecen y van poniendo años, en algunos aspectos (repito, algunos aspectos, no todos, ya que si fuese en todo ya no sería el Karma de ese individuo sino el de sus padres) se parecen y actúan de igual forma que sus padres, sobre todo en lo negativo (no por qué solo ocurra en lo negativo, sino por que es lo que siempre es mas fácil de ver en los demás)? Esas tendencias y pseudo-virtudes-defectos de los padres podría ser Karma familiar. En cambio todo aquello que diferencía a una persona del resto, probablemente sea Karma individual.

Si existe el Karma familiar, ¿por qué debo yo pagar las consecuencias de los errores cometidos por mi familia? Yo humildemente me atrevería a decir también ¿y por qué todo lo bueno que mi familia o antepasados generaron en el pasado, yo debo ser merecedor de ello, sin (probablemente) habérmelo ganado? Karma equilibra, no castiga ni premia. Probablemente recibamos karma negativo que no nos pertenece como individuos, pero también de positivo sin ser merecedores del mismo…

Otro enfoque.

El alma cuando decide encarnar lo hace consciente, voluntariamente y dentro de las posibilidades que se le ofrecen en aquel momento (además de las circunstancias que cronológicamente se dan en aquel preciso instante, ya que es evidente que si el personaje “X” desea encarnar en la familia “Y” para, por ejemplo, saldar deudas con “Z”, pero “Z” tiene 95 años y está a punto de morir y “X” aún ha de ser engendrado, es imposible que pueda establecerse una relación entre ellos en el plano físico). Al Alma no se la castiga a nacer en una familia por obligación, pero ella, por ejemplo, puede considerar que si encarna con esa familia tendrá la oportunidad de saldar viejas deudas, o poder ayudarles, o hacer un servicio, o sacrificarse, o experimentar experiencias que la hagan crecer, o infinidad de posibilidades difícilmente imaginables por nosotros. Pero a lo mejor esa familia y algunos (o todos) sus miembros tendrán su propio karma genético que nada tiene que ver con esa alma que encarna, pero si físicamente encarna en esa familia con “esa genética”, no puede evitar “físicamente” las consecuencias de “esa genética”.

Un ejemplo que clarifique (es un ejemplo, que nadie se de por aludido).

Para una alma se dan las circunstancias propias cronológicamente para nacer en una familia determinada y saldar deudas de muchas vidas atrás con un miembro de esa familia que fue un amigo suyo en una remota vida anterior y ahora podría ser su hermano (para decir algo). A esa alma puede interesarle encarnar con esa familia para poder relacionarse con ese miembro, pero “genéticamente” los miembros de esa familia tienen un karma físico determinado, por ejemplo, tienen tendencia hacia algún tipo de enfermedad. Esa alma, a nivel individual, a lo mejor no ha generado ninguna causa que provoque en ella la necesidad de tener que pasar por esa enfermedad, pero “si encarna en esa familia, evidentemente por genética heredará esa debilidad física” aunque no sea merecedora de la misma. ¿Es injusto? Yo diría mas bien que es lógico. Ella decide encarnar con esa familia. No se la obliga. Probablemente le compense ese inconveniente con tal de saldar esa deuda que lo ata desde remotos tiempos, ya que pueden pasar muchos miles de años para que se le vuelva a presentar una oportunidad parecida, con lo que su progreso evolutivo como Ser puede demorarse en exceso esperando que esa “segunda oportunidad” se le vuelva a presentar.

Vuelvo a repetir. Que nadie saque conclusiones, haga interpretaciones ni se identifique con lo anterior. Es un “ejemplo” como cualquier otro que se me hubiese podido ocurrir para intentar esclarecer el complejo asunto. Nada mas lejos de mi intención de querer demostrar e imponer nada a nadie. Solo intento aportar una insignificante chispa de luz que (quizás) ayude a ver lo que “todos” pueden ver pero que a veces necesitamos de alguien que nos ayude a enfocar mas nítidamente esa luz.

Hacia abajo es mas fácil entender (o aceptar al menos) el Karma, pero hacia arriba es mucho mas difícil. No quiero hablar ya de Karma de Naciones, Maestros, de Logos… de Sistemas Solares…!, puesto que es un objetivo tan lejano como imposible de entender hasta transcurridos eónes de tiempo.

Brevemente y a nivel anecdótico, para un ser humano la perfección es la meta mas próxima a alcanzar. Cuando la alcanza deja de generar Karma a nivel humano, puesto que es perfecto y trasciende la etapa humana, pero entonces pasa a formar parte del Mundo de los Adeptos (Maestros) y el nivel de Perfección que se les exige a Ellos es inimaginablemente mas elevado que el que se nos exige a los seres humanos, por tanto, generan un Karma inconcebible a nuestro entendimiento por Su elevado grado de perfección desde nuestra óptica, pero no lo suficientemente perfeccionado desde la óptica de un Logos Planetario, que sería de una manera mal expresada por mi parte, la siguiente meta a alcanzar por Ellos, no deteniéndose todo ahí, puesto que del Logos Planetario tiene como referencia al Logos Solar, éste al Cósmico... y así hasta un interminable e infinita progresión (como interminable e infinita es la Evolución y la Vida).

La palabra Karma que tanto respeto nos impone (al considerarla como duro castigo) es nuestro mejor instructor. Nada de lo que existe ha sido creado aleatoria y arbitrariamente. Todo lo que "es" lo es por el hecho de haber llegado por sus propios méritos a "ser". Es duro el enfoque, pero al menos recompensa el saber que lo que consideramos positivo en nosotros, nadie nos lo ha regalado, lo hemos conseguido tras largos esfuerzos y sufrimientos que nos han llevado, por mérito propio, a ser lo que somos.

Al principio, cuando incipientemente emprendemos el camino de la evolución, el Karma lo percibimos como "a un dios al que hay que temer", que descarga toda su fuerza y dureza sobre nuestros errores y nos apremia a corregirlos. A medida que vamos creciendo internamente como seres, entendemos (aunque no aceptemos gustosamente) que cualquier desequilibrio provocado consciente o inconscientemente debe ser corregido para el bien de "la totalidad", no del egoísta punto de vista personal. Cuando ya se ha alcanzado un cierto grado de espiritualidad se entiende como a un instructor que nos enseña y facilita oportunidades de desarrollo personal, agradeciéndose sus experiencias ya que las mismas (las crisis) nos permiten alcanzar nuevos enfoques de la situación (paso previo a nuevos estados de conciencia), los cuales nos han de permitir subir mucho mas velozmente esa escalera que no vemos (pero intuimos) debe existir. Finalmente, cuando se alcanzan estados de espiritualidad muy avanzados, el Karma es un compañero que nos ayuda a aplicar el Plan Divino y a trabajar conforme al mismo.

Un imperfecto intento de resumir todo lo anterior:

Cuando se llega a la cima de la montaña, cuando se cree haber alcanzado la meta, cuando se llega a la perfección ansiada…, el Ser descubre que hay “Algo aún mas elevado” y su meta, objetivo y aspiración se desvanecen y desaparecen. Otra meta y cima mas alta divisa entonces desde “su nuevo estado de conciencia” y se esfuerza por alcanzarla, hasta que una vez alcanzada con largo esfuerzo, vuelve a descubrir que ese no era el fin sino el principio de otra meta a alcanzar… y así va subiendo cada vez mas en una vuelta en espiral, repitiéndose el proceso de forma inacabable.

Eso es la Vida... Eso es la Evolución… Eso es la Eternidad

Dani