martes, 19 de febrero de 2019

DIALOGOS CONMIGO MISMO (XXXIII)



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Tiempo y Espacio

La verdad no se alcanza, se desarrolla hasta llegar a ella. Tu y todo lo que existe ya tenéis la verdad en vuestro interior, aunque en latencia, esperando a ser descubierta, pero necesita desarrollarse y aquí es donde entra el factor tiempo, que desde nuestra percepción cerebral es una secuencia lineal de acontecimientos o estados de conciencia, pero desde esferas superiores son estados de actividad o reposo.

El tiempo sería el vehículo o instrumento que utiliza el espacio (que es una entidad) mediante el cual se desarrolla el Plan Divino, la Evolución.

El infinito es la eternidad, y la eternidad es el ahora, sin antes ni después, ahora



Educar los Cuerpos

Mas que purificar nuestros cuerpos que son vidas independientes (elementales), se trataría de "educarlos" y hacerlos "entrar en razón" de que deben colaborar con el plan divino y para ello deben de "domesticarse" y "calmar" sus incesantes "apetitos" para que energía superior pueda circular por los mismos. Ellos (los elementales) tienen su propia evolución, pero nosotros debemos "convencerlos" (no obligarlos) a que colaboren, de la misma forma que el alma hace con nuestra personalidad.



El Bien y el Mal

Yo me atrevería a decir en todo caso que somos los perpetuadores del mal, puesto que el bien existe desde la mas insignifcante y remota partícula de polvo sideral hasta el completo Universo, y es en la actitud humana y sus acciones, cuando impedimos que el bien avance y substituya al mal (que no deja de ser éste último la consecuencia de anclarse en el pasado y negarse a evolucionar), cuando impedimos el normal curso evolutivo y facilitamos la expansión del mal en detrimento del bien.



Facultades y Limitaciones al Encarnar

El átomo permanente contiene los patrones de los éxitos y fracasos. Los máximos logros alcanzados por aquel ser quedan registrados en los mismos y, en consecuencia, el grado de desarrollo que llegó a alcanzarse en su última vida, es el que se le concede a ese ser en su nuevo cuerpo. Por ejemplo, si un ser nace con un cerebro privilegiado, no es fruto del azar. En sus últimas vidas se esforzó en desarrollar la mente y ese es el resultado, un potente cerebro con el que poder continuar desarrollando la mente.

De todas maneras, factores kármicos favorecen y/o limitan las oportunidades que en una vida se puedan tener. Es decir, no creamos que todos los que, por ejemplo, sean poco inteligentes, signifique forzosamente que no hayan alcanzado un cierto grado de desarrollo, sino que su karma pasado puede estar limitándole las oportunidades de desarrollo al tener deudas contraídas que saldar. Siendo así, forzosamente el que es inteligente, en algún punto de su evolución ha llegado a desarrollar su inteligencia hasta ese grado, pero quien no lo es no obligatoriamente signifique no haberse desarrollado, aunque en la mayor parte de casos así sea.

Existen multitud de factores que favorecen o limitan las condiciones futuras, pero quien fue, puede continuar siéndolo, en cambio quien no llego todavía a ser, no posee información en sus átomos permanentes que permitan a los devas construir en consecuencia.



Cambios en el Futuro Reino Animal

A medida que vaya transcurriendo el tiempo veremos situaciones "incomprensibles" a nivel animal, puesto que las energías entrantes en el planeta han de producir cambios substanciales en todos los seres que lo habitan, no solo en el ser humano.

La violencia del reino animal poco a poco ha de ser eliminada y, como en el reino humano, siempre hay individuos que son los que despuntan y dirigen a los suyos hacia un nuevo y mas prospero destino. Son los líderes, y en los demás reinos no tiene porqué ser diferente.



Catástrofes y Humanidad

Las catástrofes suelen ser resultado de una acumulación de energía que produce tensión y altera el equilibrio del planeta. Ese desequilibrio se corrige para volver a una situación mas estable. Sí es cierto que parte de esa sobreacumulación de energía viene alimentada en parte por emociones humanas y, por tanto, podemos deducir que, en cierta manera, la humanidad es responsable de ese desequilibrio, pero también es cierto que los seres humanos, por mucho que sepa mal a algunos, somos una pieza, importante, pero solo una pieza más del conjunto de vidas que residen en el planeta, y los Grandes Seres que rigen los destinos del mismo, han de velar también por todo el resto de evoluciones planetarias, y no siempre es compatible con los deseos del ser humano. Por lo tanto, que ocurra una catástrofe en algún punto del planeta (todo y que suele tener relación), no forzosamente es debida a la mala conducta humana. Puede ser un cambio necesario en determinadas estructuras (minerales, vegetales, animales...) para proporcionarles un ambiente mas propicio a su evolución.



Obstáculos en la Espiritualidad

El afán de notoriedad y de protagonismo de algunas personas, junto a su orgullo y el condicionar a personas en contra de otras formas de entender la espiritualidad, es el principal problema de la poca expansión de la espiritualidad en el planeta. Toda espiritualidad es Una pero vestida de diferentes ropajes adecuados a cada forma de comprensión y conciencia. Algunas personas, como si fuesen mercaderes, intentan convencer de que "su producto" es el mejor y hacen de ello su principal desgaste de energías en lugar de concentrarlas en la difusión de la espiritualidad.


Dani

viernes, 8 de febrero de 2019

DIALOGOS CONMIGO MISMO (XXXII)




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4ta. Iniciación

Llegados a un alto punto de evolución, el ser humano (si es que podemos llamarlo así, dado el elevado grado espiritual adquirido en ese punto) destruye su cuerpo causal que ha sido hasta ese momento el vehículo del alma. El alma y el ángel solar (puesto que son dos entidades diferentes) vuelven a sus lugares de origen. La primera pasa a formar parte de la substancia del Plano Búdico (el plano de la intuición y la razón pura), añadiéndole al mismo, un matiz de mejora, gracias al largo bagaje existencial acumulado junto al ser humano; el segundo (el ángel solar), vuelve al Corazón del Sol habiendo cumplido su promesa de estar encadenado al ser humano hasta que éste ha llegado a su objetivo, la 4ta Iniciación.

Desde el momento de la destrucción del cuerpo causal (momento en el que el Iniciado exclama: "Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado"), la Mónada toma el control de la personalidad del ser humano, la cual ya no se encuentra influenciada por sus tres cuerpos (físico, astral y mente concreta) puesto que fueron trascendidos en la 3a Iniciación; se encuentran bajo control; quedan por debajo del umbral de la conciencia (subconsciente) y pasan a formar parte del cuerpo de manifestación de la Mónada en los tres mundos.

Al no existir alma ni conciencia (puesto que el alma y la conciencia son una misma cosa), ese ser, bajo control de la Mónada, pasa a manifestar "el propósito o voluntad" de la misma, la voluntad divina ("hágase tu voluntad y no la mía", palabras del Cristo crucificado en el momento de recibir la Iniciación).

En ese punto, el ser humano (vuelvo a repetir, dado el alto grado espiritual alcanzado, no estoy seguro de que a ese Ser se le pueda continuar llamando ser humano) es una dualidad Espíritu-Materia; Mónada-Personalidad, pudiendo (quizás) llegar a entender entonces la famosa frase de: "espíritu es materia en su punto más elevado y materia es espíritu en el más bajo"; una desciende sutilizando lo inferior, la otra sube cualificando lo superior. 



 Cristo, Conciencia Crística, Amor y Amor Cósmico

Términos parecidos pero no iguales y que pueden inducir a confusión.

Basándome en las enseñanzas del Maestro Tibetano, creo conveniente aclarar algunos conceptos que extraídos literalmente de algunos textos pueden interpretarse de forma incorrecta e inducir a confusión.

Cuando se refiere al Sol Cósmico no se está refiriendo a nuestro Sol. Nuestro Sol (el Logos Solar) es el receptor de potentísimas energías provenientes de más allá de su influencia, las cuales recibe, reduce su potencia y distribuye dentro de su propio cuerpo de manifestación (nuestro Sistema Solar).

El Sol Cósmico no es Cristo tal como normalmente entendemos a ese Gran Ser que encarnó hace mas de 2000 años, sino una excelsa Entidad que posee “Conciencia Crística”, un estado elevadísimo de conciencia en el que destaca el “Amor Cósmico”, un Amor más allá de la comprensión del ser humano. Cristo, fue el primer Ser que fue capaz de reunir (por medio de las pruebas e Iniciaciones que recibió durante su vida) las condiciones necesarias para ser receptor y portador del “Amor Cósmico”. Es a partir de Su aparición en el planeta y gracias a Él, que la influencia del “Amor Cósmico” llega a nuestro planeta. Anteriormente a su llegada sí existía el aspecto Amor (segundo aspecto de la divinidad, el Hijo de los seguidores del cristianismo) en nuestro planeta pero no de la magnitud que el Cristo es capaz de asimilar y ofrecernos (aunque pocos son capaces de asimilarlo en toda su extensión). Desde entonces y gracias a la labor del Cristo, el planeta (y por tanto todos sus componentes) es beneficiario de esta elevada característica cósmica.

Por tanto, cuando en algún sitio se comenta que el espíritu de Cristo se manifiesta a través del sol, en realidad (y según entiendo) se referiría como comenté a la “Conciencia Crística” y no al Cristo en sí que encarnó hace 2000 años en la Tierra, puesto que el sol (El Logos Solar) no es Cristo, pero sí Quien distribuye el Amor Cósmico en el sistema solar (el Amor que Cristo es capaz de resistir y nos ofrece de forma aminorada).

A nuestros efectos prácticos no tiene demasiada importancia si lo que es capaz de captar nuestro propio estado de conciencia es “el Cristo”, “la Conciencia Crística”, “el Amor” o “el Amor Cósmico” (4 términos distintos aunque relacionados entre sí). Lo importante es que intentemos asimilar, desarrollar y manifestar “el Amor” hacia todo y todos sea al nivel que sea.



7 Captaciones de las Enseñanzas del Tibetano(D.K.)

Las enseñanzas de D.K., son las propias de un gran Maestro y, como tal, escritas de tal forma que, con unas mismas palabras, esas palabras pueden ser interpretadas de 7 maneras diferentes, adecuadas a los 7 estados de conciencia posibles.



Evolución e Involución

En realidad evolución involución son formulismos. Maneras de facilitar al entendimiento humano los diferentes procesos que siguen las diferentes energías o vidas en su devenir.

Todo sigue una dirección, perfeccionarse, superarse, mejorarse...

Las formas, que no dejan de ser diferentes agrupaciones y combinaciones de sustancia, siempre van a mejor, aunque el tiempo necesario sea inmenso (como por ejemplo la evolución de un mineral o una roca), pero esa "materia" necesita de un estímulo para hacerla avanzar, y ese estímulo se lo proporciona la vida (espíritu) que intenta manifestarse a través de cualquier forma. Ese impulso es lo que la hace evolucionar, es decir, perfeccionarse.

La involución es una manera de hacer ver que "esa vida" o energía desciende desde Estados superiores para anclarse a esa forma y "empujarla" durante su larguísima unión a esa forma de vida.

Entonces, viéndolo desde este ángulo, parecería que esa vida "superior" en realidad "involuciona", dado que desciende de estados de conciencia superiores y se une a formas muy elementales o básicas, pero en realidad "evoluciona" puesto que en esa etapa evolutiva, esa es su función a ejercer y, por tanto, esa vida cumple su labor y evoluciona, pero visto desde una perspectiva lineal (que suele ser la que mejor entiende el cerebro), parecería que involuciona.

Todo va en una única dirección, la perfección y la consecución del Plan Divino, pero para los seres humanos nos es más fácil situarnos dentro de esos procesos con menos y mas, con involución y evolución, con negativo y positivo..., pero en realidad todo fluye hacia la perfección divina.



Naturaleza del Espíritu 

La naturaleza del espíritu es, de forma simplista (única forma de tratar temas tan abstrusos) la manifestación de una energía, con un propósito bien definido, de un ser superior.


Dani