miércoles, 17 de octubre de 2018

DIALOGOS CONMIGO MISMO (XXVI)



Esta entrada es la continuación de: 


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¿Existe Shamballa como Ciudad o Lugar?

No solamente no tengo claro de que exista a nivel físico, sino de que ni tan solo exista como ciudad (como ciudad entendida humanamente). Es el "centro donde la voluntad de Dios es conocida", el chakra coronario del planeta, la energía de 1r Rayo, !la energía monádica!... estamos hablando o intentando poner imágenes y formas a algo muy abstracto y de difícil (o imposible comprensión) por la mente concreta humana. Por tanto (y aún a riesgo de poder equivocarme) imagino que no debe existir como ciudad en los planos inferiores físicos (quizás sí en los etéricos). Es mas, probablemente sea un estado de conciencia muy elevado, desde y al cual, únicamente pueden acceder Seres ya muy avanzados.

Los seres humanos necesitamos a menudo concretizar conceptos y poner formas e imágenes conocidas (una ciudad) a estos vastos y complejos temas, pero no forzosamente creo yo tiene porqué ser así.

No importa que es y en donde se encuentre. Lo importante es que miremos de ser útiles a los propósitos de la Jerarquía y de Shamballa (que entiendo yo que jerárquica y esotéricamente hablando, se encuentra éste último por encima de la Jerarquía), o al menos si no podemos (o no creemos ser útiles) no seamos un estorbo para Sus planes.


Acción y Reacción

Si, alguien piensa mal de alguien y "ese alguien" posee sustancia igual a la del pensamiento generado por el que piensa mal. El postulado de Krishnamurti es totalmente correcto. Si, por ejemplo, una persona piensa celosamente sobre otra y esa segunda persona también es celosa, al poseer ambos la misma sustancia y vibración, la primera, está vigorizando y perjudicando (e indirectamente vigorizando y perjudicándose así misma) a la segunda, pero, y siguiendo el mismo ejemplo, si esa segunda persona no es celosa, la energía (celos) enviada por la primera, al no encontrar "sustancia" con la que poder "vibrar", vuelve a su creador (rebota), acrecentando y vigorizando "los celos" en la primera. El postulado del artículo, no solo es totalmente correcto, sino que es un "aviso para navegantes" de que una mala acción, emoción o pensamiento, perjudica doblemente a quien lo genera, lo cual no deja de ser una aplicación práctica de la Ley del Karma.


Reflexiones sobre el Concepto Dios

En una red social salió el tema de Dios, o mejor dicho de su concepto, puesto que es imposible darle al vocablo su auténtico significado, dada la pequeña (o nula en determinados casos) capacidad que poseemos la mayor parte de seres humanos para tratar conceptos abstractos. Aún así, y sin ningún tipo de pretensión, aprovecharé la ocasión para hablar sobre el mismo a través del comentario que hice en esa red social.

"El tema de “Dios” es algo tan sumamente complejo, como abstracto lo es el obligado planteamiento del mismo, abstracción ésta que dependerá mucho de la capacidad de abstracción de quién lo enfoque y de cómo se enfoque. Por lo tanto, y con el máximo respeto y humildad hacia cualquier planteamiento sobre el tema, expongo mi opinión al respecto:

Como por regla general la mayoría de personas suelen atribuirle al vocablo Dios el significado de Todo,  es desde este enfoque en el que plantearé el tema.

Cuando en algún lugar se dice que los seres humanos estamos hechos “a Su imagen y semejanza” entiendo que se refiere al Padre, al Dador de vida, a Aquel del que todo parte y a Quien todo debería volver en algún momento. Por consiguiente (y planteando el tema desde la óptica de los libros del Maestro Tibetano, que son las enseñanzas que intento seguir y con las cuales mejor me identifico) entiendo yo que cuando se dice “a Su imagen y semejanza” se está refiriendo al Logos Planetario, a Sanat Kumara, a Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Estaríamos hechos a Su imagen y semejanza dado que seríamos una minúscula fracción de Su creación, un átomo de Su cuerpo de manifestación y, por tanto, como hijos de la misma, deberíamos poseer (en potencia) las mismas características que las del Padre, como también parecería lógico pensar que todo lo que surge de Él también las tuviese, trátese de un minúsculo átomo como de la Entidad mas excelsa del planeta, ¿no?

Entonces, ¿eso es Dios?..., no lo creo según el valor que suele dársele por la mayoría de personas al concepto Dios, dado que el mismo implica Todo, algo muy abstracto de dilucidar, puesto que..., ¿qué es Todo?

Siguiendo el planteamiento anterior, para nuestra limitada capacidad de comprensión quizás sea el Logos Planetario, pero… ¿es eso ya el Todo? Evidentemente que no, dado que forma parte de un Algo mayor, el Sistema Solar (el Logos Solar en manifestación), llevándonos inevitablemente a imaginar que tampoco debería de ser Él el Todo, ya que (y enfoco estos tema con toda la reverencia y humildad posible) Él forma parte de la estructura de un “Logos Cósmico”, (“AQUEL DE QUIEN NADA PUEDE DECIRSE” como suele representárselo en los libros del Tibetano, escribiéndolo en mayúsculas para poner énfasis en la grandiosidad de ese Ser, no significando que “que nada pueda decirse” implique que no pueda hablarse de Él, sino de que ningún elevado Ser de nuestro planeta tiene conocimiento sobre el mismo y por tanto, se desconoce y “nada puede decirse” sobre Él).

¿Dónde nos encontramos en este punto del desarrollo del planteamiento? ¿En una Galaxia?... ¿Qué viene a continuación?... ¿Un Universo? ¿Quizás un Universo de Universos?... ¿alguien (sinceramente) ha sido capaz de lograr imaginar la magnitud de lo que estamos intentando plantear?... y si alguien lo ha conseguido, ¿eso es Dios?... ¿o existe Algo aún más allá de lo imaginado hasta el momento?, dado que, desde el momento que ponemos “un límite” a algo, ese algo no puede ser Dios, ya que algo limitado no es omniabarcante y por tanto desde el momento que existe un límite, “fuera de ese límite” hay “algo más” no siendo entonces el Todo...

Quedémonos aquí, ya que pretender comprender (si es que se puede) algo más allá de lo anterior es inútil (al menos para mi).

Lo anterior es un planteamiento enfocado desde una sencilla y simple conciencia humana (la mía), pero ya no entramos a valorar (no podemos) lo que una Conciencia Logoica o Cósmica pueda tener al respecto.

En resumen: La intención de todo el razonamiento expuesto anteriormente, es la de intentar situar al ser humano, dentro de unas magnitudes colosales, con respecto a lo que tímidamente alcanzamos comprender respecto a Todo (o Dios si se lo prefiere llamar así), con el propósito de despertar la humildad necesaria que debemos poseer en el camino espiritual.

Somos una infinitésima fracción de un Algo mayor y tenemos una importante labor a realizar como seres humanos, como también la tienen desde un átomo a una elevada Entidad Espiritual, cada cual en su nivel y cumpliendo la función que deba cumplir en el desarrollo del Plan Divino.

Me ha parecido oportuno aprovechar la ocasión para desarrollar tímidamente el tema, puesto que, por regla general, los seres humanos nos consideramos algo muy importante con respecto a nuestro entorno y/o medio ambiente (los amos del planeta), no dejando de ser, a mi entender, una pieza mas del magnífico engranaje cósmico, lo cual no deja de ser importante como lo son el resto de piezas, pero tan solo una pieza mas. Eso sí, como cualquier pieza, debe de funcionar a la perfección para que esa grandiosa máquina funcione, y ese debe de ser nuestro objetivo a cumplir dentro del gran Plan.

Humildad, humildad y más humildad, que no significan ni menosprecio ni falta de dignidad, sino saber ser, saber estar y saber actuar.

Probablemente siendo más humildes conseguiremos que fluya de nuestro interior aquella cualidad divina que poseemos en potencia (la bondad) y que intenta salir al exterior pero nuestro orgullo y arrogancia impide mostrar.

Que nadie se desanime si este planteamiento ha desalentado a alguien (no era esa la intención). Es un planteamiento enfocado desde la conciencia humana, pero no siempre seremos humanos. Algún día llegaremos a ser divinos (de hecho lo somos pero hemos de desenvolver toda nuestra divinidad latente en nosotros).

Es un tema que, por delicado, no suele abordarse pero no por ello, con todo el respeto que se merece, no deba tratarse.

Desde mi punto de vista pienso que es muy presuntuoso creer que los seres humanos estamos hechos a imagen y semejanza de Dios (según la interpretación dada anteriormente sobre el vocablo "Dios"), puesto que alzando la cabeza en una noche estrellada y creer que todo aquello que podemos llegar a ver (y es una minúscula parte) tiene como modelo de referencia a nosotros, me parece demasiada presunción por nuestra parte.

Cuanto más sabemos (o creemos saber), mas verificamos lo inabarcable y lejos que nos encontramos de algunos Seres, pero eso no implica desaliento sino todo lo contrario. "Después de alcanzar una meta, veo otra..."

Con humildad llegaremos a buen puerto


Dani



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