martes, 9 de julio de 2019

DIALOGOS CONMIGO MISMO (XLII)




Esta entrada es la continuación de: 


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Sobre el Logos y los Seres Humanos

El ser humano es para el Logos Planetario lo que sus células y distintos órganos con sus diferenciadas funciones. Los Devas (que son energía) serían para el Logos lo que la sangre (que es vida) es para el ser humano. La que transporta y transfiere el Aliento de Vida y permite a ese ser vivir y expresarse en ese plano de existencia.

Por medio de su Ánima Mundi y a través de su vehículo de manifestación (la Naturaleza) el Logos es consciente. El ser humano lo es a través de su alma, la cual utiliza sus diferentes vehículos para poder adquirir y expresar conciencia. El ser humano es una pequeña conciencia dentro de la Conciencia mayor del Logos. Toda forma de vida por insignificante que éste pueda parecer forma parte de la Conciencia Logoica.

Nuestro cuerpo éterico está intrínsecamente ligado a, y es una fracción de, la trama etérica planetaria, constituida por infinidad de devas que aportan aquella energía que permite transportar "la Vida" que fluye por todo el Universo manifestado. Esta trama etérica forma parte a su vez de la trama etérica de nuestro sistema y éste a su vez es una fracción de la trama cósmica.

Al desencarnar cualquier ser, la materia de los vehículos utilizados por el mismo pasa a formar parte del gran reservorio universal. La conciencia de ese ser, libre de las limitaciones de la materia, se expande (dentro de sus posibilidades evolutivas y limitado por su propio karma) hasta donde pueda hacerlo, sintetizando y recluyéndose en su propia esencia, entrando en un periodo de obscuración (pralaya) hasta que nuevamente, cuando las condiciones cíclicas lo permitan, vuelva a apropiarse de unos vehículos de conciencia para poder volver a manifestarse (manvántara).

Lo mismo es para una diminuta vida como para un Gran Logos, aunque con abismales diferencias evolutivas entre las mismas.

"Como es arriba es abajo" (Kybalion)



Sobre la Muerte

Lo importante es entender el por qué de la muerte y no angustiarse por ella cuando llegue el momento.

Si la mayor parte de personas tuviesen continuidad de conciencia, el miedo a la muerte desaparecería, al ver que es similar a cuando uno se va a dormir, reanudando nuestras labores en esos planos cada noche y aparcándolas cada mañana al despertar. La única diferencia notoria entre ambas (al menos eso se nos dice) es que cuando uno muere, no vuelve a reemprender sus labores en la Tierra como cada mañana, pero un gran campo de servicio y posibilidades se abren a partir de entonces para el propio desencarnado.



Trabajo Grupal en Redes Sociales

 El trabajo grupal consiste, entre otras cosas, en crear las condiciones necesarias para que lo Superior pueda manifestarse a través de lo inferior, utilizando para ello los instrumentos de que se disponga (Iniciados, Discípulos, Probacionistas, Aspirantes... incluso simples simpatizantes). Ser instrumentos útiles a la Jerarquía.

Sobre las enseñanzas esotéricas, ciertamente cada cual captará lo que su desarrollo evolutivo y su conciencia le permita, pero es importante facilitar el acceso a las enseñanzas del Tibetano a quien muestre un sincero interés (recordemos las palabras del Maestro en que se nos dice que sus libros no fueron escritos para quienes los leyese en aquel momento (del 1929 hasta finales de los 50), sino para las generaciones venideras en el siglo XXI).

En la nueva era en la que ya nos encontramos, existen personas lo suficientemente preparadas para poder asimilar las enseñanzas del Tibetano, pero por motivos personales o falta de tiempo les es imposible adentrarse en las mismas. Soy de la opinión de que los que hemos tenido el privilegio de sí haber podido disponer de tiempo para su estudio, lo menos que podemos hacer es intentar hacer llegar las mismas a quien no tuvo esa suerte, intentando simplificar de entrada todo aquello que pueda asustar o desanimar a quien se inicia en el estudio del Tibetano, puesto que si se consigue que esa persona muestre interés en el tema y no lo abandone, probablemente mas adelante será su propia alma que le empujará hacia su estudio. Esta actitud implica la posibilidad de cometer errores y su consiguiente karma resultante, pero la inactividad también produce su karma si su objetivo es precisamente ese.

Hay quien se dedica exclusivamente a "copiar y pegar" fragmentos de la bibliografía de D.K., cosa importante sin duda alguna, pero sus libros (afortunadamente) no son difíciles de conseguir. Me parece más interesante en una red social el compartir, contrastar y debatir sus enseñanzas, creando un haz de energía que atraiga de forma magnética a otros y estimule a seguir sus postulados si lo creen conveniente.

Una larga conversación, es lo que considero interesante. Se opina, se contrasta si es preciso, se debate si fuese el caso y se obtiene "luz", y esa misma luz (que no es nuestra, sino la que consciente o inconscientemente reflejamos) permite encender las chispas de otras luces de quien lea los comentarios y se interese en el tema.




¿Sabemos Realmente Quiénes Somos?

Solo se que no se nada, y cuanto más creo saber más veo lo lejos que me encuentro del auténtico Saber.

Muy poca gente (para no decir nadie) sabe realmente quien es y lo que es. La mayor parte de nosotros hablamos por nuestras creencias y conocimientos adquiridos, pero muy, pero que muy pocos de los que se atreven a dejar opiniones realmente "saben" quienes son. Muy pocos han conectado realmente con lo Superior, única manera de saber realmente lo que somos. Leemos, aprendemos, estudiamos, tenemos fe, imaginamos, incluso llegamos a intuir, pero si somos sinceros con nosotros mismos, mucho de lo que decimos, lo hacemos por haberlo leído, tener fe y creer en ello, pero no por haberlo experimentando personalmente.

Es quizás el aspecto más importante a desarrollar; el conocimiento (real) de uno mismo, no lo que creemos ser, digámosle, personalidad, hábitos, gustos, carácter, forma de ser...

"Hombre, conócete a to mismo y conocerás a los dioses y al Universo" (oráculo de Delfos)




 Dolor, Sufrimiento y Línea de Mayor Resistencia

A diferencia de otro tipo de evoluciones, la evolución humana no sigue la línea de menor resistencia. Por lo tanto, la fricción y el sufrimiento son una constante en la vida del ser humano al menos hasta que llega voluntariamente a trabajar en la prosecución del Plan Divino.

En la evolución humana, el Espíritu se manifiesta a través de formas materiales, y éstas necesariamente deben de ser perfeccionadas periódicamente para poder adaptarse a las exigencias del mismo y poder llegar a expresar la belleza y grandiosidad de lo que el ser humano realmente es. La constante construcción (y destrucción) de formas produce rebeldía por parte de las entidades que conforman esas formas, y está fricción, inevitablemente, tarde o temprano dolor y/o sufrimiento cuando se opone a seguir el flujo establecido. De ahí la importancia de intentar no identificarnos tanto con la forma y sí mas con nuestra verdadera esencia. Siendo así, quizás no podremos evitar el dolor, pero sí el sufrimiento.


Dani

 

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