sábado, 29 de febrero de 2020

DIALOGOS CONMIGO MISMO (LVI)



Esta entrada es la continuación de: 


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Una conversación que mantuve hace tiempo con una persona me permitirá introducir mi opinión a los diversos aspectos que surgen de la misma.



"El Ser experimenta con forma forma humana porqué así nos reconocemos con lo que somos."

"El Ser"... ¿qué es el Ser?

Ya es difícil definir al ser humano, puesto que, ¿qué es?... ¿el Alma?; ¿el tutor del Alma (el Ángel Solar)?; ¿el conjunto de cuerpos que utiliza para expresarse y obtener experiencias (la personalidad)?; ¿la chispa Divina (la Mónada)?; ¿la Vida Universal (el Espíritu);... ???... ¿Qué somos realmente los humanos?...

Por lo tanto, cuando nos referimos "al Ser" la mayor parte de personas lo asocian al Alma, pero habiendo leído e intentado comprender un poco esta compleja cuestión, creo entender que el "ser humano" es un nombre o categoría que se le da a determinada forma de vida evolucionante durante un periodo concreto en la evolución tanto de la materia como de la Vida (las vidas de hecho) que se manifiesta e intenta expresarse a través de esa materia ya que, si desgranamos por partes todo lo anterior obtendremos que:

- el cuerpo físico, que junto con el cuerpo astral y el cuerpo mental forman la personalidad en cada encarnación;

- la personalidad, que está (o intenta estar) regida por el Alma;

- el Alma (que es conciencia), que es tutorizada por el Ángel Solar (que aporta el factor mente) hasta que ésta ha adquirido la suficiente experiencia y control sobre la personalidad;

- la Mónada Humana (que podríamos asociar al Espíritu pero limitando de esta manera el propio contenido de la palabra "Espíritu", ya que por encima del ser humano existen Seres superiores los cuales también son Espíritu), la cual, una vez que el Alma ha obtenido el completo control sobre la personalidad dado que la materia de la que están compuestos los cuerpos de la personalidad ya se encuentra lo suficientemente purificada como para poder soportar la elevada vibración de la Mónada, ésta toma el control sobre esa personalidad prescindiendo desde ese momento del Alma, la cual, al haber finalizado su tarea (haber conseguido purificar la materia de los cuerpos de la personalidad), marcha hacia otras esferas de trabajo mas elevadas.

El Espíritu o Vida Universal. Desconozco su propósito y creo que a nivel humano no es posible comprenderlo.

Entonces, parecería que realmente el término "ser humano" debería asociarse a la Mónada Humana, puesto que las demás entidades participantes en el proceso evolutivo lo son solo temporalmente, pero teniendo en cuenta que mientras no se llegué a ese estado de control y pureza existe un largo recorrido en el tiempo, quizás lo mas apropiado para definir al ser humano (desde mi punto de vista) sería "el estado de conciencia con el que se identifica ese ser en un determinado periodo de su existencia".

En orden evolutivo:

- Si un ser solo es consciente de sus necesidades físicas como comer, dormir, obtener satisfacción, placer, etc., indica que su conciencia se identifica con el cuerpo físico (con la vida que anima a ese cuerpo físico, el elemental físico), en consecuencia podríamos decir que, en esa etapa evolutiva, ese ser humano es su cuerpo físico.

- Si en un ser lo que predomina por encima de todo son sus deseos, pasiones, emociones, etc., nos indica que su conciencia se identifica principalmente con su cuerpo astral (la vida que anima a ese cuerpo astral, el elemental astral), por lo que ese ser humano es su cuerpo astral alternado con su cuerpo físico ya que, aunque el cuerpo astral en escala jerárquica se encuentre por encima del físico, aunque predomine el elemental astral, el elemental físico también tendrá su influencia.

- Si en un ser predominan en su conciencia los pensamientos independientemente de que sean buenos o malos y es de tipo mental, indicará que ejerce mayor influencia su cuerpo mental (la vida que anima a ese cuerpo mental, el elemental mental), siendo entonces ese ser humano su cuerpo mental junto con sus dos otros cuerpos.

- Si en un ser, su conciencia va alternándose entre sus diferentes cuerpos (físico, astral y mental), podríamos decir que el ser humano es una personalidad pero que aún no se encuentra integrada ya que, aunque probablemente predominará en él mismo el aspecto mental, aún no puede controlar (al menos totalmente) a las vidas menores que animan a sus cuerpos (los elementales físico, astral y mental).

- Si un ser es consciente de las reacciones y estímulos que recibe de sus cuerpos y al mismo tiempo tiene la suficiente voluntad y entereza como para poder controlarlos y decidir que es lo correcto e incorrecto y que les debe permitir y que les debe evitar, no cediendo a sus impulsos si estos no son beneficiosos para la labor espiritual, estaremos hablando de que el ser humano es una personalidad integrada con el Alma.

- Si un ser ha conseguido llegar al grado de perfección exigido en la 4ta Iniciación, una vez pasada la misma, la Mónada tomará el control de esa personalidad integrada posteriormente al abandono por el Alma de la misma (el Alma pasa a efectuar labores mas elevadas). Siendo así, el ser humano sería entonces la Mónada Humana, que es en realidad a como suele denominarse en esoterismo y en algunas filosofías orientales al ser humano.

Es decir, el ser humano sería la Mónada pero, hasta el momento en el que, por medio del larguísimo periodo evolutivo, ese conjunto o agrupación de vidas consigan elevar el grado de perfección de la materia de la que están compuestos sus cuerpos hasta el grado de sutilidad y pureza requeridos por la Mónada, hasta no llegar a ese estado, entiendo que mientras dure el proceso, el ser humano será con lo que su conciencia se identifique con mayor intensidad según lo comentado con anterioridad.

De hecho, a partir de la 4ta Iniciación (la toma de control de la personalidad integrada por la Mónada) el ser humano deja de pertenecer al 4to Reino, el humano, para pasar al 5to, el Espiritual, entendiendo desde mi punto de vista que ya no es un ser humano sino un Adepto y futuro aspirante a Maestro de Sabiduría (5ta Iniciación). En consecuencia, podríamos definir al ser humano como a la etapa comprendida entre la individualización en el Reino Animal, (el pase del 3r Reino al 4to) hasta llegar a su absorción por la Mónada en la 4ta Iniciación (el pase del 4to al 5to Reino).



 "Quiénes somos nosotros para juzgar a como el Ser experimenta..."

Evidentemente (y como he comentado, basando todo el enfoque en considerar que, cuando nos referimos al "Ser" estamos refiriéndonos al "Alma Humana"), si consideramos al Alma como un Ser superior a nosotros (evolutivamente hablando), parece lógico pensar que, como Ser superior, lo que ella realice siempre será lo mejor para el desarrollo de su labor (y para nosotros) aunque no podamos entenderlo. Pero aquí entra en juego otro factor (en el que no profundizaré dado que el mismo ya da para desarrollar otro tema) y ese factor se denomina "Karma".

El Alma del individuo puede gestar un plan de trabajo para una determinada encarnación, pero el karma que éste pueda generar en esa encarnación (y me refiero al karma presente, puesto que el karma pasado ya es conocido por el Alma antes de encarnar y ésta se ajusta al mismo en el momento de elaborar su plan) puede desbaratarle los planes al Alma, ya que el ser humano posee la facultad del "libre albedrío" y el Alma (ni ninguna Entidad superior, en teoría) no puede impedir que ejerza ese derecho Divino. Por lo tanto, sucesos y condiciones que podamos encontrarnos en la vida (entiendo que) "no" forzosamente han de ser consecuencia del plan de trabajo del Alma para esa encarnación, sino que pueden deberse a los efectos producidos por nuestras acciones (Ley del Karma o de Causa y Efecto).

Por consiguiente,

"Quiénes somos nosotros para juzgar a como el Ser experimenta..."
Formas erróneas de adquirir experiencias por parte de algunos individuos no forzosamente debemos atribuirlas a la forma de experimentar de esa Alma (sobre todo si esas experiencias son erróneas o provocan daño o dolor a otro ser), sino probablemente a acciones derivadas del libre albedrío del individuo y que el Alma no puede limitar aunque esas acciones vayan en dirección contraria a los propósitos de la misma. Por lo tanto, si juzgásemos, lo estamos haciendo al individuo que es el que obra erróneamente, no al Alma. Otra cosa es que tengamos la legitimidad necesaria como para poder criticar a otros seres, cosa poco probable.

Por otro lado, también puede darse el supuesto que, desde nuestra perspectiva inferior con respecto a la del Alma, no poseamos esa amplia visión que Ella sí posee, y por ello nos sea imposible comprender los motivos aunque a nosotros nos parezcan erróneos, pero aún así, podemos imaginar si quien actúa es el individuo (y su libre albedrío) o su Alma, dependiendo del resultado de sus acciones, dado que, si estas son perjudiciales para otros seres, provocan dolor, sufrimiento y se intuye malicia en las mismas, difícilmente pueden ser el resultado de los propósitos del Alma.



 "El mundo en el que vivimos es una ilusión"

En cierta manera todo es ilusión hasta que la conciencia del individuo adquiere un estado superior de conciencia que le permite discernir entre lo que "Es" y lo que "no es", lo verdadero de lo falso, lo real de lo irreal..., pero como el estado de conciencia del individuo y su grado evolutivo es el que determina la realidad y medio ambiente que le envuelve, para dicho individuo "su" realidad es "muy real".

Para un ciego, la oscuridad es su realidad como lo es el silencio para un sordo. Por mucho que se les insista e intente convencer de la existencia de la luz y del color o de los sonidos y de la música, si no disponen de sentidos (o los mismos se encuentran atrofiados), su conciencia no percibirá ni luz ni sonido, y solo la fe en lo que se les dice les permitirá creer en ello, pero su realidad será oscuridad y silencio.

En un sueño vívido, para quien lo sueña, la realidad del sueño es una realidad irrefutable dado que es lo que su estado de conciencia le permite percibir en ese mismo instante, por lo que hasta que no despierta, "esa es su auténtica realidad". No hay otra. En el momento que despierta puede pensar que era un sueño y que su auténtica realidad es la que percibe en ese momento, pero siguiendo el mismo símil, puede plantearse imaginar que lo que vive en ese momento puede no ser real y, al igual que en el sueño, imaginar que cuando experimente una expansión de conciencia, su realidad ya no será la misma. En consecuencia, la realidad está directamente relacionada con el grado evolutivo y de conciencia del perceptor, y para él, lo que le proporcionan sus sentidos, sensaciones, experiencias..., son tan reales como lo son estas lineas para quien las escribe y para quien las lee.



"El Ser experimenta de diversas maneras y todas son igual de perfectas"

Sí experimenta de diversas maneras pero no todas son igual de perfectas, dado que si así lo fueran no existirían las diferencias que existen entre seres muy evolucionados y otros de primitivos.

Para nosotros, como humanos, el alma puede parecernos perfecta (y de hecho a nuestro nivel debe serlo), pero el alma de cada individuo tiene una labor a desarrollar, que es purificar y elevar el grado de sutilidad de la materia para poder ésta ser utilizada después por una entidad superior, la Mónada. Según sea la influencia que el Alma individual provoque en el ser humano y acelere mas o menos su desarrollo, así será su mayor o menor éxito (ese grado de perfección según lo entendemos nosotros dado que, para todas y cada una de las Almas humanas, su labor es la de llevar a su reflejo, el ser humano, al grado de perfección requerido, consiguiendo su meta como Almas -"su perfección" - si lo consiguen, aunque para nosotros, como humanos, el mero hecho de que ellas hayan alcanzado la categoría de "Alma" ya sea perfección). La responsabilidad y el esfuerzo en desarrollarnos evolutivamente es tarea nuestra (del ser humano), pero la forma e influencia que nuestra Alma pueda tener en nosotros, las experiencias que haya elegido con mayor o menor acierto para hacernos evolucionar, entiendo que determinarán su grado de éxito (perfección) o incluso de fracaso. Sí, fracaso. Existen seres humanos que debido a su extrema maldad han roto el vínculo con su Alma (Almas perdidas). Han desistido de intentar influenciar a su reflejo (el ser humano) por el sendero del bien y han roto el vínculo con el mismo, al evidenciar la imposibilidad de reconducir a ese ser humano (quizás ya no teniendo Alma no deberíamos llamarlo así). Evidentemente la responsabilidad de los actos recae en ese ser humano y pagará por los mismos, pero desde el elevado punto de vista del Alma, para ella es un fracaso puesto que no ha conseguido su objetivo de conducir a ese ser humano hacia el sendero del bien.

Desde nuestro punto de vista mas inferior, esa Alma, al igual que cualquier otra, es perfecta, pero quizás desde su propio ambiente y esferas superiores a la misma, no sea perfecta dado que no ha podido cumplir con su labor.


"Es nuestro ego el que cree que ha de evolucionar pero el Ser ya es perfecto."

Nuestro ego, (que normalmente en esoterismo se le suele denominar personalidad, refiriéndose en contraposición al Ego con mayúscula cuando se refiere al Yo Superior o Alma), se encuentra influenciado en mayor o menor medida por el Alma, ya que como se ha comentado, esa es su labor, influenciar al ego (con minúscula o yo inferior, al que a partir de ahora me referiré como personalidad) para que, vida tras vida, vaya dirigiendo sus pasos hacia la senda espiritual. Entonces, el hecho de que en algún momento sintamos (algunos al menos) la necesidad de mejorar, de perfeccionarnos, de sabernos mal según que acciones u omisiones cometemos (remordimientos), etc., es debido a la influencia del Alma sobre la personalidad, que hace todo lo posible para hacerse notar y, de esta manera, encarrilarnos hacia la senda del bien y el camino espiritual, ya que de otro modo, si no sintiésemos el influjo del Alma, como las vidas que componen la personalidad (los elementales físico, astral y mental) se encuentran en la senda involutiva, su influencia repercutiría en nosotros y en vez de mejorar como seres, cada vez seríamos peores.

En otras palabras, la función del Alma es aportar conciencia. "Ser conscientes".

Por tanto, aunque desde nuestro punto de vista creamos que ese Ser (el Alma) sea perfecta, nosotros, la personalidad, no lo somos, por ello, la sensación y deseo (aunque sea de forma inconsciente) de mejorar y perfeccionarse que reside en todo individuo. Es el impulso que nos estimula siempre hacia adelante aunque en determinadas épocas de la vida (e incluso en vidas enteras) nos parezca que no avanzamos. Es parte de la Ley de Evolución que rige el Universo entero. Nada es estático. Todo, tarde o temprano, cambia a mejor.



"Ya estamos en esta perfección. Estamos en el nivel evolutivo que estamos o actuamos como actuamos. No controlamos nada nosotros realmente, la vida deja que nos lo creamos, que pensemos que controlamos, nos deja jugar."

Como indiqué, en absoluto somos perfectos. Lo es en su caso el Alma, no nosotros como individuos (la personalidad). De ahí nuestra obligación (espiritual al menos) de llegar a ser como Ella.

Estamos en el nivel evolutivo que nos corresponde según nuestros esfuerzos, éxitos, fracasos y karma acumulado. Si somos lo que somos (como individuos) lo es porque no merecemos estar mas arriba, aunque tampoco mas abajo. Nos encontramos situados exactamente donde nos corresponde estar en la escala evolutiva.

Respecto a si tenemos control o no sobre los acontecimientos, tenemos una cierta libertad, el libre albedrío, que nos permite (dentro de unas limitaciones cósmicas, puesto que, por ejemplo, quien pretenda cambiar el curso de los ríos o invertir el giro de la Tierra, evidentemente no lo conseguirá) construir nuestro futuro pero no evitar los efectos de nuestras acciones en el pasado (Ley del Karma). Por ello, somos los arquitectos de nuestro propio destino. Según actuemos en el presente obtendremos en el futuro. No podemos evitar (aunque si neutralizar) las consecuencias de los actos cometidos en el pasado, pero sí podemos elegir como actuar en el presente, presente éste que será la semilla de nuestro futuro por lo que, sí controlamos muchos aspectos en la vida sobre todo cuando uno empieza a ser consciente de su propia alma.

No me parece acertado el pensar que somos meros actores de una gran obra y puramente nuestra labor es interpretar el papel que nos haya tocado interpretar, sabiendo que todo está ya prediseñado y sin posibilidad de cambio. Aunque me vaya muy arriba, todo en el Universo se encuentra evolucionando, es decir, perfeccionándose. Por lo tanto, toda Entidad, por excelsa que Ésta sea (y lo digo con toda la humildad y respeto posible) tiene una meta a alcanzar, que siempre será menor que la de la Entidad Superior a Ella. Siendo así y alejándonos hacia el infinito hasta donde nuestra imaginación nos permita, todo se puede cambiar y evoluciona, de lo contrario, plantear que todo ya está hecho sería como decir que el Universo es estático, poniendo un límite a Lo Absoluto.



Dani


martes, 11 de febrero de 2020

DIALOGOS CONMIGO MISMO (LV) Dios



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Dios

No se si habrá la suficiente paciencia por parte de quien lea el comentario como para leerlo hasta el final. Si realmente se está interesado en hacerlo, mejor de buscar un momento en el que se disponga de tiempo.

Quien me conoce, sabe que soy partidario de que la gente "se moje" y ofrezca su opinión respecto a los temas que se exponen. Quien cree en algo debería de exponer (aunque fuese de forma esporádica) en que se basa o que le induce a creerlo, y no a esconderse detrás de grandes citas, libros sagrados y grandes maestros. De ahí mi agradecimiento a quienes os atrevéis no tan solo a divulgar información espiritual, sino también a opinar sobre la misma.

El aportar textos de libros sagrados, maestros, filosofías..., es importante puesto que son la fuente y referente a la que podemos dirigir nuestros pasos cuando creemos que ese tipo de creencia coincide completamente con nuestra manera de ser, pero también lo es (incluso a veces mas a mi entender) que se debata y comente sobre los mismos a los efectos de contrastar y obtener de esta manera una visión mas amplia que la propia (probablemente, la información extraída del conjunto de 1000 conciencias con sus puntos de vista diferentes, será superior a la de una), por muy dispares, diferentes o erróneos que pudiesen ser el conjunto

Precisamente por ser amplios y extensos los diversos argumentos que pueden exponerse (como también lo es forzosamente el tema de Dios), difícilmente pueden ser tratados correctamente desde una simple opinión, pero aún así, voy a intentar exponer el tema desde un ángulo que no suele tratarse, pero no por ello pueda ser falto de verosimilitud.

Se suele tener miedo a tratar este tema, quizás porque pueda ser considerado como irreverente el hacerlo o, puesto que es incomprensible para la mente humana (cualquier cosa superior es incomprensible para una de inferior hasta que una expansión de conciencia permite que deje de serlo), se busca la fácil excusa de decir que no puede ser tratado con la mente desde una perspectiva razonada y lógica, olvidando que una de las máximas del Kybalion dice: "El Universo -es mental-". Existimos por existir en la Mente de Dios.

Aún así y a riesgo de poder cometer errores, me parece mas acertado el conjeturar sobre estos temas que el aceptarlos al pie de la letra. Un error permite su rectificación y conlleva su consiguiente comprensión del problema y subsiguiente avance personal. El creer por el mero hecho de creer, no nos hará errar (en el supuesto de que esa creencia sea cierta) pero tampoco avanzar dado que no habremos podido asimilar ni comprender el problema al no experimentar sus consecuencias.

Es fácil definir lo que es una silla, pero... ¿qué es Dios?

Una palabra que define (intenta definir y probablemente mal) a todo aquello que el ser humano no comprende, no entiende o, simplemente, se niega a querer comprender. Por lo tanto, para un ser menos evolucionado que viva en un remoto lugar, quizás dios sea la madre tierra que lo alimenta o ese astro (el Sol) que lo calienta y le permite con su luz ver la realidad de todo lo que se encuentra a su alrededor. Para otro ser quizás mas evolucionado, dios signifique aquello a lo que hay que temer si no se actúa como lo que se supone que el quiere, siendo entonces muy parecido a lo que es un ser humano común. Otros le atribuirán una magnificencia y poder del cual nada puede abstraerse y, por tanto, aceptarán sin ningún tipo de razonamiento ni discernimiento lo que se encuentre escrito en algún texto o haya dicho algún sabio personaje que consideren como maestro,... pudiéndonos extender ilimitadamente con muchas interpretaciones hasta donde cada ser sea capaz de imaginar y comprender. En lo que sí se suele coincidir es en que, a medida que una persona se encuentra mas evolucionada, ve a Dios como algo mas parecido y próximo a él mismo, no tan lejano, distante y amenazador.

Antes de continuar quisiera aclarar por si alguien se lo plantea, que por mi parte no deseo parecer irreverente o falto de humildad. Nada mas lejos de la realidad. El cuestionarse, plantearse, analizar..., en otras palabras, el intentar filosofar sobre el tema, lo único que pretende es aportar una percepción y visión mas de la muchas que existen sobre un tema abstracto, abstruso y complejo, con la única finalidad de intentar captar (aunque sea muy superficial e incompletamente) el qué y el por qué, y aportar un punto de vista que puede ser tan válido o erróneo como el de cualquier otro. Es un punto de vista probablemente erróneo como erróneos deberían de serlo todos los que no hayan podido realizarse desde una Conciencia Superior. No puede ser de otra manera cuando se intenta captar lo que se encuentra más allá de nuestra comprensión, pero siempre será algo mas elaborado y con un poco mas de esfuerzo que el aceptar algo sin ni tan solo reflexionarlo.

Otra de las máximas del Kybalion es: "Como es arriba -es abajo-". Por tanto y siguiendo la Ley de Analogías, intentemos simplificar (simplificar no significa menospreciar ni rebajar) conceptos para que, desde nuestro nivel, podamos situarnos en una posición mas cómoda para de esta manera poder interactuar e intentar comprender mejor.

Para ello imaginemos que Dios es El Logos de nuestro planeta (que es el Ser al que el Maestro Tibetano suele referirse habitualmente como Dios). Imaginemos (imaginemos, no forzosamente que creamos) que todo lo es El (El Logos Planetario).

Una vez situados en un nivel mucho mas reducido y de mas fácil comprensión para nuestras limitadas mentes, puedo empezar a exponer, refiriéndome a partir de ahora siempre al Logos, como si El fuese Dios.

El primer aspecto que a mi entender confunde es el hecho de que al Logos se los considera como algo ajeno a nosotros. Es decir, El nos crea y nos deja en algún lugar separado de El, supervisado pero separado de El. Lo imaginamos como Algo superior pero ajeno a nosotros, no como nosotros (o mejor dicho, nosotros como una parte de El mismo).

Probablemente el querer considerarlo Ajeno o Diferente a nosotros sea una muestra de reverencia y de humildad y para dejar constancia de Su superioridad y grandeza respecto a nosotros. Pero de esta manera lo único que conseguimos es situarlo en un punto lejano y alejarlo de nosotros (aspecto este que debería ser contrario a lo que en realidad perseguimos, es decir, unirnos a El).

Por otro lado, a medida que un ser se encuentra mas evolucionado, suele ser mas humilde, comprensivo, bondadoso, tolerante... (Cristo es un buen ejemplo), por lo que parece lógico pensar que, a un Ser tan superior a nosotros, no le moleste ni importe que elucubremos sobre El, y mas tratándose de intentar comprenderlo y de acercarnos a El.

Ese alejamiento que mencioné, conduce a pensar que fuera de El mismo, lo que queda, el resto, "no es Real", no existe, es pura fantasía (maya o espejismo según se lo denomina en algunas filosofías orientales). Pero, ¿qué sentido tiene que un Excelso Ser se dedique a confundir a sus creaciones? ¿Qué puede llegar a impulsar a una grandiosa Entidad a sumir en el caos de lo irreal a todo lo que El ha creado, si Sabe de antemano que no es verdadero? ¿Es lógico pensar que la Materialización de la Perfección, Idea y Concibe algo imperfecto?

Aquí empieza el primer problema. Si nos encontramos separados de El no podemos ser El. Somos forzosamente otra cosa, no Lo mismo.

Si por el contrario somos una parte de El (infinitesimalmente pequeña, pero una parte de El), también lo es nuestra vida "que es un fragmento de Su Vida", nuestro aliento "que es un fragmento de Su Aliento", nuestras emociones "que son un fragmento de las Suyas", nuestros pensamientos, conciencia, experiencias... todo, "que son todos fragmentos Suyos" por pequeños que estos sean.

Imagino que estaremos de acuerdo en que los seres humanos (y voy a intentar referirme exclusivamente a ellos aunque el concepto dios lo abarque todo para no complicar el tema en exceso) somos una parte de Dios, un fragmento de Sí mismo ¿no? Por tanto, somos, si El es, pero si El deja de ser, nosotros (que somos El) también dejamos de ser. Pero no al revés. Yo "no puedo" dejar de ser El, porqué "soy El" (una pequeña parte) mientras El exista (se manifieste).

Por consiguiente, teniendo en cuenta que somos una pequeñísima fracción de Sí mismo, nuestra vida, aliento, emociones, pensamientos, conciencia, experiencias... cualquier cosa nuestra "es Suya", y "lo Suyo", a un nivel muchísimo mas inferior "es nuestro". Somos una infinitésima fracción de El. "Yo soy Su Vida" (una fracción), Su Aliento (una fracción), Sus emociones, pensamientos, ..., etc. Lo que ocurre es que nosotros no tenemos suficientemente desarrollados nuestros cuerpos, vehículos o instrumentos (al menos la mayoría) que nos permitan "ser conscientes" de El, y de "Su Vida, "Su Aliento", "Sus Emociones", "Sus Pensamientos"..., etc. (que en realidad no dejan de ser la totalidad de todo lo que El ha creado y le ha dotado de Vida). Pero "en latencia" y en "potencia" somos "El", una simple y pequeña fracción, pero "El" (o Ella, por si alguien se siente ofendida, aunque en realidad no exista el género en los niveles espirituales).

Por tanto, cuando "yo soy", soy una pequeñísima porción de El, siendo imposible dejar de "ser yo" tanto de forma voluntaria como involuntaria, ya que implicaría dejar de ser una fracción de El. Implicaría separación.

Mientras "El sea", yo seré. Cuando "El deje de ser" yo dejaré de serlo también. Pretender que siempre existe un Yo Soy pero no siempre un yo soy, a mi entender es como pretender que siempre existe un bosque pero no siempre sus árboles. El conjunto de árboles forman el bosque (Yo Soy) y cada árbol individualmente (yo soy) una pequeña fracción del mismo. Pero el "bosque" existe si existen sus árboles. Si no hay árboles, no hay bosque.

Análogamente, mientras yo viva, mis células vivirán. Cuando yo muera, también dejarán ellas de existir.

Sí. Siguiendo las analogías y si en vez de subir, bajar, nosotros somos "dioses de nuestro propio universo". Somos el dios de nuestras células, de igual manera que nosotros somos unas células de lo que para nosotros consideramos el Logos.

Probablemente lo que pueda confundir no es el hecho de Ser o no ser, del Yo Soy o el yo soy, dado que como indiqué, no podemos desvincularnos del Origen, sino el hecho de "Manifestarse" (Manvántara) o "no Manifestarse" (Pralaya). Si El se manifiesta, nosotros nos manifestamos. Si El "no" se manifiesta, nosotros tampoco podemos hacerlo. Si el bosque se materializa, sus árboles lo hacen también (el conjunto forman el bosque). Si el bosque no se materializa, tampoco pueden hacerlo sus árboles.

Aquí podríamos añadir una de las famosas frases del Baghavad Gita explicando lo anterior: "Habiendo compenetrado el Universo entero con un fragmento de Mi mismo, Yo permanezco". Es decir, Se manifieste o no, el Existe, pero nosotros (manifestados o no) también existimos en El. No tenemos porque dejar de ser siendo nosotros mismos El, seamos visibles o no visibles, manifestados o no manifestados, conscientes o inconscientes... En cualquier tipo de circunstancia, "siempre seremos El" (una pequeña parte).

¿Pueden nuestras células ser conscientes de nosotros? No, como nosotros no somos conscientes del Logos al no encontrarnos lo suficientemente desarrollados como para poder serlo.

¿Es el Logos consciente de nosotros, teniendo en cuenta que somos "simples células" de Su cuerpo de Manifestación? Si Lo desea puede serlo, aunque posiblemente nos encontremos por debajo del umbral de Su Conciencia. ¿Qué quiero decir?

¿Alguien de los que están leyendo estas lineas en este preciso instante "es consciente de que respira"? No, ¿verdad? (aunque justo ahora que lo habéis leído seguro que vuestra consciencia, al haber sido motivada por el texto, sí lo será). La respiración (en el ser humano al menos) se encuentra por debajo de nuestro nivel de conciencia. Es decir, no somos conscientes de la misma a no ser que voluntariamente nos propongamos centrar nuestra atención en ella, o un factor incidental (asfixia, falta de aire) nos lo recuerde. Lo mismo ocurriría con el Logos. Su conciencia se encuentra enfocada en niveles infinitamente superiores a los nuestros por lo que, a no ser que El de forma voluntaria centre Su conciencia en nosotros, nosotros nos encontramos por debajo del umbral de Su conciencia. Eso no quiere decir que se encuentre desvinculado de nosotros. Como es de suponer, tiene sus intermediarios (como pueden ser los ángeles, devas, ,maestros, seres mas evolucionados que nosotros pero menos que El, etc.) que le permiten, si Lo desea, ser consciente en cualquier momento de nosotros, de igual manera que nosotros tenemos nuestros mecanismos para ser conscientes de nuestras vidas inferiores como los diferentes órganos del cuerpo físico (intermediarios entre nuestra conciencia y la de las células), etc.


Dani