sábado, 29 de febrero de 2020

DIALOGOS CONMIGO MISMO (LVI)



Esta entrada es la continuación de: 


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Una conversación que mantuve hace tiempo con una persona me permitirá introducir mi opinión a los diversos aspectos que surgen de la misma.



"El Ser experimenta con forma forma humana porqué así nos reconocemos con lo que somos."

"El Ser"... ¿qué es el Ser?

Ya es difícil definir al ser humano, puesto que, ¿qué es?... ¿el Alma?; ¿el tutor del Alma (el Ángel Solar)?; ¿el conjunto de cuerpos que utiliza para expresarse y obtener experiencias (la personalidad)?; ¿la chispa Divina (la Mónada)?; ¿la Vida Universal (el Espíritu);... ???... ¿Qué somos realmente los humanos?...

Por lo tanto, cuando nos referimos "al Ser" la mayor parte de personas lo asocian al Alma, pero habiendo leído e intentado comprender un poco esta compleja cuestión, creo entender que el "ser humano" es un nombre o categoría que se le da a determinada forma de vida evolucionante durante un periodo concreto en la evolución tanto de la materia como de la Vida (las vidas de hecho) que se manifiesta e intenta expresarse a través de esa materia ya que, si desgranamos por partes todo lo anterior obtendremos que:

- el cuerpo físico, que junto con el cuerpo astral y el cuerpo mental forman la personalidad en cada encarnación;

- la personalidad, que está (o intenta estar) regida por el Alma;

- el Alma (que es conciencia), que es tutorizada por el Ángel Solar (que aporta el factor mente) hasta que ésta ha adquirido la suficiente experiencia y control sobre la personalidad;

- la Mónada Humana (que podríamos asociar al Espíritu pero limitando de esta manera el propio contenido de la palabra "Espíritu", ya que por encima del ser humano existen Seres superiores los cuales también son Espíritu), la cual, una vez que el Alma ha obtenido el completo control sobre la personalidad dado que la materia de la que están compuestos los cuerpos de la personalidad ya se encuentra lo suficientemente purificada como para poder soportar la elevada vibración de la Mónada, ésta toma el control sobre esa personalidad prescindiendo desde ese momento del Alma, la cual, al haber finalizado su tarea (haber conseguido purificar la materia de los cuerpos de la personalidad), marcha hacia otras esferas de trabajo mas elevadas.

El Espíritu o Vida Universal. Desconozco su propósito y creo que a nivel humano no es posible comprenderlo.

Entonces, parecería que realmente el término "ser humano" debería asociarse a la Mónada Humana, puesto que las demás entidades participantes en el proceso evolutivo lo son solo temporalmente, pero teniendo en cuenta que mientras no se llegué a ese estado de control y pureza existe un largo recorrido en el tiempo, quizás lo mas apropiado para definir al ser humano (desde mi punto de vista) sería "el estado de conciencia con el que se identifica ese ser en un determinado periodo de su existencia".

En orden evolutivo:

- Si un ser solo es consciente de sus necesidades físicas como comer, dormir, obtener satisfacción, placer, etc., indica que su conciencia se identifica con el cuerpo físico (con la vida que anima a ese cuerpo físico, el elemental físico), en consecuencia podríamos decir que, en esa etapa evolutiva, ese ser humano es su cuerpo físico.

- Si en un ser lo que predomina por encima de todo son sus deseos, pasiones, emociones, etc., nos indica que su conciencia se identifica principalmente con su cuerpo astral (la vida que anima a ese cuerpo astral, el elemental astral), por lo que ese ser humano es su cuerpo astral alternado con su cuerpo físico ya que, aunque el cuerpo astral en escala jerárquica se encuentre por encima del físico, aunque predomine el elemental astral, el elemental físico también tendrá su influencia.

- Si en un ser predominan en su conciencia los pensamientos independientemente de que sean buenos o malos y es de tipo mental, indicará que ejerce mayor influencia su cuerpo mental (la vida que anima a ese cuerpo mental, el elemental mental), siendo entonces ese ser humano su cuerpo mental junto con sus dos otros cuerpos.

- Si en un ser, su conciencia va alternándose entre sus diferentes cuerpos (físico, astral y mental), podríamos decir que el ser humano es una personalidad pero que aún no se encuentra integrada ya que, aunque probablemente predominará en él mismo el aspecto mental, aún no puede controlar (al menos totalmente) a las vidas menores que animan a sus cuerpos (los elementales físico, astral y mental).

- Si un ser es consciente de las reacciones y estímulos que recibe de sus cuerpos y al mismo tiempo tiene la suficiente voluntad y entereza como para poder controlarlos y decidir que es lo correcto e incorrecto y que les debe permitir y que les debe evitar, no cediendo a sus impulsos si estos no son beneficiosos para la labor espiritual, estaremos hablando de que el ser humano es una personalidad integrada con el Alma.

- Si un ser ha conseguido llegar al grado de perfección exigido en la 4ta Iniciación, una vez pasada la misma, la Mónada tomará el control de esa personalidad integrada posteriormente al abandono por el Alma de la misma (el Alma pasa a efectuar labores mas elevadas). Siendo así, el ser humano sería entonces la Mónada Humana, que es en realidad a como suele denominarse en esoterismo y en algunas filosofías orientales al ser humano.

Es decir, el ser humano sería la Mónada pero, hasta el momento en el que, por medio del larguísimo periodo evolutivo, ese conjunto o agrupación de vidas consigan elevar el grado de perfección de la materia de la que están compuestos sus cuerpos hasta el grado de sutilidad y pureza requeridos por la Mónada, hasta no llegar a ese estado, entiendo que mientras dure el proceso, el ser humano será con lo que su conciencia se identifique con mayor intensidad según lo comentado con anterioridad.

De hecho, a partir de la 4ta Iniciación (la toma de control de la personalidad integrada por la Mónada) el ser humano deja de pertenecer al 4to Reino, el humano, para pasar al 5to, el Espiritual, entendiendo desde mi punto de vista que ya no es un ser humano sino un Adepto y futuro aspirante a Maestro de Sabiduría (5ta Iniciación). En consecuencia, podríamos definir al ser humano como a la etapa comprendida entre la individualización en el Reino Animal, (el pase del 3r Reino al 4to) hasta llegar a su absorción por la Mónada en la 4ta Iniciación (el pase del 4to al 5to Reino).



 "Quiénes somos nosotros para juzgar a como el Ser experimenta..."

Evidentemente (y como he comentado, basando todo el enfoque en considerar que, cuando nos referimos al "Ser" estamos refiriéndonos al "Alma Humana"), si consideramos al Alma como un Ser superior a nosotros (evolutivamente hablando), parece lógico pensar que, como Ser superior, lo que ella realice siempre será lo mejor para el desarrollo de su labor (y para nosotros) aunque no podamos entenderlo. Pero aquí entra en juego otro factor (en el que no profundizaré dado que el mismo ya da para desarrollar otro tema) y ese factor se denomina "Karma".

El Alma del individuo puede gestar un plan de trabajo para una determinada encarnación, pero el karma que éste pueda generar en esa encarnación (y me refiero al karma presente, puesto que el karma pasado ya es conocido por el Alma antes de encarnar y ésta se ajusta al mismo en el momento de elaborar su plan) puede desbaratarle los planes al Alma, ya que el ser humano posee la facultad del "libre albedrío" y el Alma (ni ninguna Entidad superior, en teoría) no puede impedir que ejerza ese derecho Divino. Por lo tanto, sucesos y condiciones que podamos encontrarnos en la vida (entiendo que) "no" forzosamente han de ser consecuencia del plan de trabajo del Alma para esa encarnación, sino que pueden deberse a los efectos producidos por nuestras acciones (Ley del Karma o de Causa y Efecto).

Por consiguiente,

"Quiénes somos nosotros para juzgar a como el Ser experimenta..."
Formas erróneas de adquirir experiencias por parte de algunos individuos no forzosamente debemos atribuirlas a la forma de experimentar de esa Alma (sobre todo si esas experiencias son erróneas o provocan daño o dolor a otro ser), sino probablemente a acciones derivadas del libre albedrío del individuo y que el Alma no puede limitar aunque esas acciones vayan en dirección contraria a los propósitos de la misma. Por lo tanto, si juzgásemos, lo estamos haciendo al individuo que es el que obra erróneamente, no al Alma. Otra cosa es que tengamos la legitimidad necesaria como para poder criticar a otros seres, cosa poco probable.

Por otro lado, también puede darse el supuesto que, desde nuestra perspectiva inferior con respecto a la del Alma, no poseamos esa amplia visión que Ella sí posee, y por ello nos sea imposible comprender los motivos aunque a nosotros nos parezcan erróneos, pero aún así, podemos imaginar si quien actúa es el individuo (y su libre albedrío) o su Alma, dependiendo del resultado de sus acciones, dado que, si estas son perjudiciales para otros seres, provocan dolor, sufrimiento y se intuye malicia en las mismas, difícilmente pueden ser el resultado de los propósitos del Alma.



 "El mundo en el que vivimos es una ilusión"

En cierta manera todo es ilusión hasta que la conciencia del individuo adquiere un estado superior de conciencia que le permite discernir entre lo que "Es" y lo que "no es", lo verdadero de lo falso, lo real de lo irreal..., pero como el estado de conciencia del individuo y su grado evolutivo es el que determina la realidad y medio ambiente que le envuelve, para dicho individuo "su" realidad es "muy real".

Para un ciego, la oscuridad es su realidad como lo es el silencio para un sordo. Por mucho que se les insista e intente convencer de la existencia de la luz y del color o de los sonidos y de la música, si no disponen de sentidos (o los mismos se encuentran atrofiados), su conciencia no percibirá ni luz ni sonido, y solo la fe en lo que se les dice les permitirá creer en ello, pero su realidad será oscuridad y silencio.

En un sueño vívido, para quien lo sueña, la realidad del sueño es una realidad irrefutable dado que es lo que su estado de conciencia le permite percibir en ese mismo instante, por lo que hasta que no despierta, "esa es su auténtica realidad". No hay otra. En el momento que despierta puede pensar que era un sueño y que su auténtica realidad es la que percibe en ese momento, pero siguiendo el mismo símil, puede plantearse imaginar que lo que vive en ese momento puede no ser real y, al igual que en el sueño, imaginar que cuando experimente una expansión de conciencia, su realidad ya no será la misma. En consecuencia, la realidad está directamente relacionada con el grado evolutivo y de conciencia del perceptor, y para él, lo que le proporcionan sus sentidos, sensaciones, experiencias..., son tan reales como lo son estas lineas para quien las escribe y para quien las lee.



"El Ser experimenta de diversas maneras y todas son igual de perfectas"

Sí experimenta de diversas maneras pero no todas son igual de perfectas, dado que si así lo fueran no existirían las diferencias que existen entre seres muy evolucionados y otros de primitivos.

Para nosotros, como humanos, el alma puede parecernos perfecta (y de hecho a nuestro nivel debe serlo), pero el alma de cada individuo tiene una labor a desarrollar, que es purificar y elevar el grado de sutilidad de la materia para poder ésta ser utilizada después por una entidad superior, la Mónada. Según sea la influencia que el Alma individual provoque en el ser humano y acelere mas o menos su desarrollo, así será su mayor o menor éxito (ese grado de perfección según lo entendemos nosotros dado que, para todas y cada una de las Almas humanas, su labor es la de llevar a su reflejo, el ser humano, al grado de perfección requerido, consiguiendo su meta como Almas -"su perfección" - si lo consiguen, aunque para nosotros, como humanos, el mero hecho de que ellas hayan alcanzado la categoría de "Alma" ya sea perfección). La responsabilidad y el esfuerzo en desarrollarnos evolutivamente es tarea nuestra (del ser humano), pero la forma e influencia que nuestra Alma pueda tener en nosotros, las experiencias que haya elegido con mayor o menor acierto para hacernos evolucionar, entiendo que determinarán su grado de éxito (perfección) o incluso de fracaso. Sí, fracaso. Existen seres humanos que debido a su extrema maldad han roto el vínculo con su Alma (Almas perdidas). Han desistido de intentar influenciar a su reflejo (el ser humano) por el sendero del bien y han roto el vínculo con el mismo, al evidenciar la imposibilidad de reconducir a ese ser humano (quizás ya no teniendo Alma no deberíamos llamarlo así). Evidentemente la responsabilidad de los actos recae en ese ser humano y pagará por los mismos, pero desde el elevado punto de vista del Alma, para ella es un fracaso puesto que no ha conseguido su objetivo de conducir a ese ser humano hacia el sendero del bien.

Desde nuestro punto de vista mas inferior, esa Alma, al igual que cualquier otra, es perfecta, pero quizás desde su propio ambiente y esferas superiores a la misma, no sea perfecta dado que no ha podido cumplir con su labor.


"Es nuestro ego el que cree que ha de evolucionar pero el Ser ya es perfecto."

Nuestro ego, (que normalmente en esoterismo se le suele denominar personalidad, refiriéndose en contraposición al Ego con mayúscula cuando se refiere al Yo Superior o Alma), se encuentra influenciado en mayor o menor medida por el Alma, ya que como se ha comentado, esa es su labor, influenciar al ego (con minúscula o yo inferior, al que a partir de ahora me referiré como personalidad) para que, vida tras vida, vaya dirigiendo sus pasos hacia la senda espiritual. Entonces, el hecho de que en algún momento sintamos (algunos al menos) la necesidad de mejorar, de perfeccionarnos, de sabernos mal según que acciones u omisiones cometemos (remordimientos), etc., es debido a la influencia del Alma sobre la personalidad, que hace todo lo posible para hacerse notar y, de esta manera, encarrilarnos hacia la senda del bien y el camino espiritual, ya que de otro modo, si no sintiésemos el influjo del Alma, como las vidas que componen la personalidad (los elementales físico, astral y mental) se encuentran en la senda involutiva, su influencia repercutiría en nosotros y en vez de mejorar como seres, cada vez seríamos peores.

En otras palabras, la función del Alma es aportar conciencia. "Ser conscientes".

Por tanto, aunque desde nuestro punto de vista creamos que ese Ser (el Alma) sea perfecta, nosotros, la personalidad, no lo somos, por ello, la sensación y deseo (aunque sea de forma inconsciente) de mejorar y perfeccionarse que reside en todo individuo. Es el impulso que nos estimula siempre hacia adelante aunque en determinadas épocas de la vida (e incluso en vidas enteras) nos parezca que no avanzamos. Es parte de la Ley de Evolución que rige el Universo entero. Nada es estático. Todo, tarde o temprano, cambia a mejor.



"Ya estamos en esta perfección. Estamos en el nivel evolutivo que estamos o actuamos como actuamos. No controlamos nada nosotros realmente, la vida deja que nos lo creamos, que pensemos que controlamos, nos deja jugar."

Como indiqué, en absoluto somos perfectos. Lo es en su caso el Alma, no nosotros como individuos (la personalidad). De ahí nuestra obligación (espiritual al menos) de llegar a ser como Ella.

Estamos en el nivel evolutivo que nos corresponde según nuestros esfuerzos, éxitos, fracasos y karma acumulado. Si somos lo que somos (como individuos) lo es porque no merecemos estar mas arriba, aunque tampoco mas abajo. Nos encontramos situados exactamente donde nos corresponde estar en la escala evolutiva.

Respecto a si tenemos control o no sobre los acontecimientos, tenemos una cierta libertad, el libre albedrío, que nos permite (dentro de unas limitaciones cósmicas, puesto que, por ejemplo, quien pretenda cambiar el curso de los ríos o invertir el giro de la Tierra, evidentemente no lo conseguirá) construir nuestro futuro pero no evitar los efectos de nuestras acciones en el pasado (Ley del Karma). Por ello, somos los arquitectos de nuestro propio destino. Según actuemos en el presente obtendremos en el futuro. No podemos evitar (aunque si neutralizar) las consecuencias de los actos cometidos en el pasado, pero sí podemos elegir como actuar en el presente, presente éste que será la semilla de nuestro futuro por lo que, sí controlamos muchos aspectos en la vida sobre todo cuando uno empieza a ser consciente de su propia alma.

No me parece acertado el pensar que somos meros actores de una gran obra y puramente nuestra labor es interpretar el papel que nos haya tocado interpretar, sabiendo que todo está ya prediseñado y sin posibilidad de cambio. Aunque me vaya muy arriba, todo en el Universo se encuentra evolucionando, es decir, perfeccionándose. Por lo tanto, toda Entidad, por excelsa que Ésta sea (y lo digo con toda la humildad y respeto posible) tiene una meta a alcanzar, que siempre será menor que la de la Entidad Superior a Ella. Siendo así y alejándonos hacia el infinito hasta donde nuestra imaginación nos permita, todo se puede cambiar y evoluciona, de lo contrario, plantear que todo ya está hecho sería como decir que el Universo es estático, poniendo un límite a Lo Absoluto.



Dani


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