Esta entrada es la continuación de:
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Dios
No se si habrá la suficiente paciencia por parte de quien lea el
comentario como para leerlo hasta el final. Si realmente se está
interesado en hacerlo, mejor de buscar un momento en el que se disponga
de tiempo.
Quien me conoce, sabe que soy partidario de que la gente "se moje" y ofrezca su opinión respecto a los temas que se exponen. Quien cree en algo debería de exponer (aunque fuese de forma esporádica) en que se basa o que le induce a creerlo, y no a esconderse detrás de grandes citas, libros sagrados y grandes maestros. De ahí mi agradecimiento a quienes os atrevéis no tan solo a divulgar información espiritual, sino también a opinar sobre la misma.
El aportar textos de libros sagrados, maestros, filosofías..., es importante puesto que son la fuente y referente a la que podemos dirigir nuestros pasos cuando creemos que ese tipo de creencia coincide completamente con nuestra manera de ser, pero también lo es (incluso a veces mas a mi entender) que se debata y comente sobre los mismos a los efectos de contrastar y obtener de esta manera una visión mas amplia que la propia (probablemente, la información extraída del conjunto de 1000 conciencias con sus puntos de vista diferentes, será superior a la de una), por muy dispares, diferentes o erróneos que pudiesen ser el conjunto
Precisamente por ser amplios y extensos los diversos argumentos que pueden exponerse (como también lo es forzosamente el tema de Dios), difícilmente pueden ser tratados correctamente desde una simple opinión, pero aún así, voy a intentar exponer el tema desde un ángulo que no suele tratarse, pero no por ello pueda ser falto de verosimilitud.
Se suele tener miedo a tratar este tema, quizás porque pueda ser considerado como irreverente el hacerlo o, puesto que es incomprensible para la mente humana (cualquier cosa superior es incomprensible para una de inferior hasta que una expansión de conciencia permite que deje de serlo), se busca la fácil excusa de decir que no puede ser tratado con la mente desde una perspectiva razonada y lógica, olvidando que una de las máximas del Kybalion dice: "El Universo -es mental-". Existimos por existir en la Mente de Dios.
Aún así y a riesgo de poder cometer errores, me parece mas acertado el conjeturar sobre estos temas que el aceptarlos al pie de la letra. Un error permite su rectificación y conlleva su consiguiente comprensión del problema y subsiguiente avance personal. El creer por el mero hecho de creer, no nos hará errar (en el supuesto de que esa creencia sea cierta) pero tampoco avanzar dado que no habremos podido asimilar ni comprender el problema al no experimentar sus consecuencias.
Es fácil definir lo que es una silla, pero... ¿qué es Dios?
Una palabra que define (intenta definir y probablemente mal) a todo aquello que el ser humano no comprende, no entiende o, simplemente, se niega a querer comprender. Por lo tanto, para un ser menos evolucionado que viva en un remoto lugar, quizás dios sea la madre tierra que lo alimenta o ese astro (el Sol) que lo calienta y le permite con su luz ver la realidad de todo lo que se encuentra a su alrededor. Para otro ser quizás mas evolucionado, dios signifique aquello a lo que hay que temer si no se actúa como lo que se supone que el quiere, siendo entonces muy parecido a lo que es un ser humano común. Otros le atribuirán una magnificencia y poder del cual nada puede abstraerse y, por tanto, aceptarán sin ningún tipo de razonamiento ni discernimiento lo que se encuentre escrito en algún texto o haya dicho algún sabio personaje que consideren como maestro,... pudiéndonos extender ilimitadamente con muchas interpretaciones hasta donde cada ser sea capaz de imaginar y comprender. En lo que sí se suele coincidir es en que, a medida que una persona se encuentra mas evolucionada, ve a Dios como algo mas parecido y próximo a él mismo, no tan lejano, distante y amenazador.
Antes de continuar quisiera aclarar por si alguien se lo plantea, que por mi parte no deseo parecer irreverente o falto de humildad. Nada mas lejos de la realidad. El cuestionarse, plantearse, analizar..., en otras palabras, el intentar filosofar sobre el tema, lo único que pretende es aportar una percepción y visión mas de la muchas que existen sobre un tema abstracto, abstruso y complejo, con la única finalidad de intentar captar (aunque sea muy superficial e incompletamente) el qué y el por qué, y aportar un punto de vista que puede ser tan válido o erróneo como el de cualquier otro. Es un punto de vista probablemente erróneo como erróneos deberían de serlo todos los que no hayan podido realizarse desde una Conciencia Superior. No puede ser de otra manera cuando se intenta captar lo que se encuentra más allá de nuestra comprensión, pero siempre será algo mas elaborado y con un poco mas de esfuerzo que el aceptar algo sin ni tan solo reflexionarlo.
Otra de las máximas del Kybalion es: "Como es arriba -es abajo-". Por tanto y siguiendo la Ley de Analogías, intentemos simplificar (simplificar no significa menospreciar ni rebajar) conceptos para que, desde nuestro nivel, podamos situarnos en una posición mas cómoda para de esta manera poder interactuar e intentar comprender mejor.
Para ello imaginemos que Dios es El Logos de nuestro planeta (que es el Ser al que el Maestro Tibetano suele referirse habitualmente como Dios). Imaginemos (imaginemos, no forzosamente que creamos) que todo lo es El (El Logos Planetario).
Una vez situados en un nivel mucho mas reducido y de mas fácil comprensión para nuestras limitadas mentes, puedo empezar a exponer, refiriéndome a partir de ahora siempre al Logos, como si El fuese Dios.
El primer aspecto que a mi entender confunde es el hecho de que al Logos se los considera como algo ajeno a nosotros. Es decir, El nos crea y nos deja en algún lugar separado de El, supervisado pero separado de El. Lo imaginamos como Algo superior pero ajeno a nosotros, no como nosotros (o mejor dicho, nosotros como una parte de El mismo).
Probablemente el querer considerarlo Ajeno o Diferente a nosotros sea una muestra de reverencia y de humildad y para dejar constancia de Su superioridad y grandeza respecto a nosotros. Pero de esta manera lo único que conseguimos es situarlo en un punto lejano y alejarlo de nosotros (aspecto este que debería ser contrario a lo que en realidad perseguimos, es decir, unirnos a El).
Por otro lado, a medida que un ser se encuentra mas evolucionado, suele ser mas humilde, comprensivo, bondadoso, tolerante... (Cristo es un buen ejemplo), por lo que parece lógico pensar que, a un Ser tan superior a nosotros, no le moleste ni importe que elucubremos sobre El, y mas tratándose de intentar comprenderlo y de acercarnos a El.
Ese alejamiento que mencioné, conduce a pensar que fuera de El mismo, lo que queda, el resto, "no es Real", no existe, es pura fantasía (maya o espejismo según se lo denomina en algunas filosofías orientales). Pero, ¿qué sentido tiene que un Excelso Ser se dedique a confundir a sus creaciones? ¿Qué puede llegar a impulsar a una grandiosa Entidad a sumir en el caos de lo irreal a todo lo que El ha creado, si Sabe de antemano que no es verdadero? ¿Es lógico pensar que la Materialización de la Perfección, Idea y Concibe algo imperfecto?
Aquí empieza el primer problema. Si nos encontramos separados de El no podemos ser El. Somos forzosamente otra cosa, no Lo mismo.
Si por el contrario somos una parte de El (infinitesimalmente pequeña, pero una parte de El), también lo es nuestra vida "que es un fragmento de Su Vida", nuestro aliento "que es un fragmento de Su Aliento", nuestras emociones "que son un fragmento de las Suyas", nuestros pensamientos, conciencia, experiencias... todo, "que son todos fragmentos Suyos" por pequeños que estos sean.
Imagino que estaremos de acuerdo en que los seres humanos (y voy a intentar referirme exclusivamente a ellos aunque el concepto dios lo abarque todo para no complicar el tema en exceso) somos una parte de Dios, un fragmento de Sí mismo ¿no? Por tanto, somos, si El es, pero si El deja de ser, nosotros (que somos El) también dejamos de ser. Pero no al revés. Yo "no puedo" dejar de ser El, porqué "soy El" (una pequeña parte) mientras El exista (se manifieste).
Por consiguiente, teniendo en cuenta que somos una pequeñísima fracción de Sí mismo, nuestra vida, aliento, emociones, pensamientos, conciencia, experiencias... cualquier cosa nuestra "es Suya", y "lo Suyo", a un nivel muchísimo mas inferior "es nuestro". Somos una infinitésima fracción de El. "Yo soy Su Vida" (una fracción), Su Aliento (una fracción), Sus emociones, pensamientos, ..., etc. Lo que ocurre es que nosotros no tenemos suficientemente desarrollados nuestros cuerpos, vehículos o instrumentos (al menos la mayoría) que nos permitan "ser conscientes" de El, y de "Su Vida, "Su Aliento", "Sus Emociones", "Sus Pensamientos"..., etc. (que en realidad no dejan de ser la totalidad de todo lo que El ha creado y le ha dotado de Vida). Pero "en latencia" y en "potencia" somos "El", una simple y pequeña fracción, pero "El" (o Ella, por si alguien se siente ofendida, aunque en realidad no exista el género en los niveles espirituales).
Por tanto, cuando "yo soy", soy una pequeñísima porción de El, siendo imposible dejar de "ser yo" tanto de forma voluntaria como involuntaria, ya que implicaría dejar de ser una fracción de El. Implicaría separación.
Mientras "El sea", yo seré. Cuando "El deje de ser" yo dejaré de serlo también. Pretender que siempre existe un Yo Soy pero no siempre un yo soy, a mi entender es como pretender que siempre existe un bosque pero no siempre sus árboles. El conjunto de árboles forman el bosque (Yo Soy) y cada árbol individualmente (yo soy) una pequeña fracción del mismo. Pero el "bosque" existe si existen sus árboles. Si no hay árboles, no hay bosque.
Análogamente, mientras yo viva, mis células vivirán. Cuando yo muera, también dejarán ellas de existir.
Sí. Siguiendo las analogías y si en vez de subir, bajar, nosotros somos "dioses de nuestro propio universo". Somos el dios de nuestras células, de igual manera que nosotros somos unas células de lo que para nosotros consideramos el Logos.
Probablemente lo que pueda confundir no es el hecho de Ser o no ser, del Yo Soy o el yo soy, dado que como indiqué, no podemos desvincularnos del Origen, sino el hecho de "Manifestarse" (Manvántara) o "no Manifestarse" (Pralaya). Si El se manifiesta, nosotros nos manifestamos. Si El "no" se manifiesta, nosotros tampoco podemos hacerlo. Si el bosque se materializa, sus árboles lo hacen también (el conjunto forman el bosque). Si el bosque no se materializa, tampoco pueden hacerlo sus árboles.
Aquí podríamos añadir una de las famosas frases del Baghavad Gita explicando lo anterior: "Habiendo compenetrado el Universo entero con un fragmento de Mi mismo, Yo permanezco". Es decir, Se manifieste o no, el Existe, pero nosotros (manifestados o no) también existimos en El. No tenemos porque dejar de ser siendo nosotros mismos El, seamos visibles o no visibles, manifestados o no manifestados, conscientes o inconscientes... En cualquier tipo de circunstancia, "siempre seremos El" (una pequeña parte).
¿Pueden nuestras células ser conscientes de nosotros? No, como nosotros no somos conscientes del Logos al no encontrarnos lo suficientemente desarrollados como para poder serlo.
¿Es el Logos consciente de nosotros, teniendo en cuenta que somos "simples células" de Su cuerpo de Manifestación? Si Lo desea puede serlo, aunque posiblemente nos encontremos por debajo del umbral de Su Conciencia. ¿Qué quiero decir?
¿Alguien de los que están leyendo estas lineas en este preciso instante "es consciente de que respira"? No, ¿verdad? (aunque justo ahora que lo habéis leído seguro que vuestra consciencia, al haber sido motivada por el texto, sí lo será). La respiración (en el ser humano al menos) se encuentra por debajo de nuestro nivel de conciencia. Es decir, no somos conscientes de la misma a no ser que voluntariamente nos propongamos centrar nuestra atención en ella, o un factor incidental (asfixia, falta de aire) nos lo recuerde. Lo mismo ocurriría con el Logos. Su conciencia se encuentra enfocada en niveles infinitamente superiores a los nuestros por lo que, a no ser que El de forma voluntaria centre Su conciencia en nosotros, nosotros nos encontramos por debajo del umbral de Su conciencia. Eso no quiere decir que se encuentre desvinculado de nosotros. Como es de suponer, tiene sus intermediarios (como pueden ser los ángeles, devas, ,maestros, seres mas evolucionados que nosotros pero menos que El, etc.) que le permiten, si Lo desea, ser consciente en cualquier momento de nosotros, de igual manera que nosotros tenemos nuestros mecanismos para ser conscientes de nuestras vidas inferiores como los diferentes órganos del cuerpo físico (intermediarios entre nuestra conciencia y la de las células), etc.
Quien me conoce, sabe que soy partidario de que la gente "se moje" y ofrezca su opinión respecto a los temas que se exponen. Quien cree en algo debería de exponer (aunque fuese de forma esporádica) en que se basa o que le induce a creerlo, y no a esconderse detrás de grandes citas, libros sagrados y grandes maestros. De ahí mi agradecimiento a quienes os atrevéis no tan solo a divulgar información espiritual, sino también a opinar sobre la misma.
El aportar textos de libros sagrados, maestros, filosofías..., es importante puesto que son la fuente y referente a la que podemos dirigir nuestros pasos cuando creemos que ese tipo de creencia coincide completamente con nuestra manera de ser, pero también lo es (incluso a veces mas a mi entender) que se debata y comente sobre los mismos a los efectos de contrastar y obtener de esta manera una visión mas amplia que la propia (probablemente, la información extraída del conjunto de 1000 conciencias con sus puntos de vista diferentes, será superior a la de una), por muy dispares, diferentes o erróneos que pudiesen ser el conjunto
Precisamente por ser amplios y extensos los diversos argumentos que pueden exponerse (como también lo es forzosamente el tema de Dios), difícilmente pueden ser tratados correctamente desde una simple opinión, pero aún así, voy a intentar exponer el tema desde un ángulo que no suele tratarse, pero no por ello pueda ser falto de verosimilitud.
Se suele tener miedo a tratar este tema, quizás porque pueda ser considerado como irreverente el hacerlo o, puesto que es incomprensible para la mente humana (cualquier cosa superior es incomprensible para una de inferior hasta que una expansión de conciencia permite que deje de serlo), se busca la fácil excusa de decir que no puede ser tratado con la mente desde una perspectiva razonada y lógica, olvidando que una de las máximas del Kybalion dice: "El Universo -es mental-". Existimos por existir en la Mente de Dios.
Aún así y a riesgo de poder cometer errores, me parece mas acertado el conjeturar sobre estos temas que el aceptarlos al pie de la letra. Un error permite su rectificación y conlleva su consiguiente comprensión del problema y subsiguiente avance personal. El creer por el mero hecho de creer, no nos hará errar (en el supuesto de que esa creencia sea cierta) pero tampoco avanzar dado que no habremos podido asimilar ni comprender el problema al no experimentar sus consecuencias.
Es fácil definir lo que es una silla, pero... ¿qué es Dios?
Una palabra que define (intenta definir y probablemente mal) a todo aquello que el ser humano no comprende, no entiende o, simplemente, se niega a querer comprender. Por lo tanto, para un ser menos evolucionado que viva en un remoto lugar, quizás dios sea la madre tierra que lo alimenta o ese astro (el Sol) que lo calienta y le permite con su luz ver la realidad de todo lo que se encuentra a su alrededor. Para otro ser quizás mas evolucionado, dios signifique aquello a lo que hay que temer si no se actúa como lo que se supone que el quiere, siendo entonces muy parecido a lo que es un ser humano común. Otros le atribuirán una magnificencia y poder del cual nada puede abstraerse y, por tanto, aceptarán sin ningún tipo de razonamiento ni discernimiento lo que se encuentre escrito en algún texto o haya dicho algún sabio personaje que consideren como maestro,... pudiéndonos extender ilimitadamente con muchas interpretaciones hasta donde cada ser sea capaz de imaginar y comprender. En lo que sí se suele coincidir es en que, a medida que una persona se encuentra mas evolucionada, ve a Dios como algo mas parecido y próximo a él mismo, no tan lejano, distante y amenazador.
Antes de continuar quisiera aclarar por si alguien se lo plantea, que por mi parte no deseo parecer irreverente o falto de humildad. Nada mas lejos de la realidad. El cuestionarse, plantearse, analizar..., en otras palabras, el intentar filosofar sobre el tema, lo único que pretende es aportar una percepción y visión mas de la muchas que existen sobre un tema abstracto, abstruso y complejo, con la única finalidad de intentar captar (aunque sea muy superficial e incompletamente) el qué y el por qué, y aportar un punto de vista que puede ser tan válido o erróneo como el de cualquier otro. Es un punto de vista probablemente erróneo como erróneos deberían de serlo todos los que no hayan podido realizarse desde una Conciencia Superior. No puede ser de otra manera cuando se intenta captar lo que se encuentra más allá de nuestra comprensión, pero siempre será algo mas elaborado y con un poco mas de esfuerzo que el aceptar algo sin ni tan solo reflexionarlo.
Otra de las máximas del Kybalion es: "Como es arriba -es abajo-". Por tanto y siguiendo la Ley de Analogías, intentemos simplificar (simplificar no significa menospreciar ni rebajar) conceptos para que, desde nuestro nivel, podamos situarnos en una posición mas cómoda para de esta manera poder interactuar e intentar comprender mejor.
Para ello imaginemos que Dios es El Logos de nuestro planeta (que es el Ser al que el Maestro Tibetano suele referirse habitualmente como Dios). Imaginemos (imaginemos, no forzosamente que creamos) que todo lo es El (El Logos Planetario).
Una vez situados en un nivel mucho mas reducido y de mas fácil comprensión para nuestras limitadas mentes, puedo empezar a exponer, refiriéndome a partir de ahora siempre al Logos, como si El fuese Dios.
El primer aspecto que a mi entender confunde es el hecho de que al Logos se los considera como algo ajeno a nosotros. Es decir, El nos crea y nos deja en algún lugar separado de El, supervisado pero separado de El. Lo imaginamos como Algo superior pero ajeno a nosotros, no como nosotros (o mejor dicho, nosotros como una parte de El mismo).
Probablemente el querer considerarlo Ajeno o Diferente a nosotros sea una muestra de reverencia y de humildad y para dejar constancia de Su superioridad y grandeza respecto a nosotros. Pero de esta manera lo único que conseguimos es situarlo en un punto lejano y alejarlo de nosotros (aspecto este que debería ser contrario a lo que en realidad perseguimos, es decir, unirnos a El).
Por otro lado, a medida que un ser se encuentra mas evolucionado, suele ser mas humilde, comprensivo, bondadoso, tolerante... (Cristo es un buen ejemplo), por lo que parece lógico pensar que, a un Ser tan superior a nosotros, no le moleste ni importe que elucubremos sobre El, y mas tratándose de intentar comprenderlo y de acercarnos a El.
Ese alejamiento que mencioné, conduce a pensar que fuera de El mismo, lo que queda, el resto, "no es Real", no existe, es pura fantasía (maya o espejismo según se lo denomina en algunas filosofías orientales). Pero, ¿qué sentido tiene que un Excelso Ser se dedique a confundir a sus creaciones? ¿Qué puede llegar a impulsar a una grandiosa Entidad a sumir en el caos de lo irreal a todo lo que El ha creado, si Sabe de antemano que no es verdadero? ¿Es lógico pensar que la Materialización de la Perfección, Idea y Concibe algo imperfecto?
Aquí empieza el primer problema. Si nos encontramos separados de El no podemos ser El. Somos forzosamente otra cosa, no Lo mismo.
Si por el contrario somos una parte de El (infinitesimalmente pequeña, pero una parte de El), también lo es nuestra vida "que es un fragmento de Su Vida", nuestro aliento "que es un fragmento de Su Aliento", nuestras emociones "que son un fragmento de las Suyas", nuestros pensamientos, conciencia, experiencias... todo, "que son todos fragmentos Suyos" por pequeños que estos sean.
Imagino que estaremos de acuerdo en que los seres humanos (y voy a intentar referirme exclusivamente a ellos aunque el concepto dios lo abarque todo para no complicar el tema en exceso) somos una parte de Dios, un fragmento de Sí mismo ¿no? Por tanto, somos, si El es, pero si El deja de ser, nosotros (que somos El) también dejamos de ser. Pero no al revés. Yo "no puedo" dejar de ser El, porqué "soy El" (una pequeña parte) mientras El exista (se manifieste).
Por consiguiente, teniendo en cuenta que somos una pequeñísima fracción de Sí mismo, nuestra vida, aliento, emociones, pensamientos, conciencia, experiencias... cualquier cosa nuestra "es Suya", y "lo Suyo", a un nivel muchísimo mas inferior "es nuestro". Somos una infinitésima fracción de El. "Yo soy Su Vida" (una fracción), Su Aliento (una fracción), Sus emociones, pensamientos, ..., etc. Lo que ocurre es que nosotros no tenemos suficientemente desarrollados nuestros cuerpos, vehículos o instrumentos (al menos la mayoría) que nos permitan "ser conscientes" de El, y de "Su Vida, "Su Aliento", "Sus Emociones", "Sus Pensamientos"..., etc. (que en realidad no dejan de ser la totalidad de todo lo que El ha creado y le ha dotado de Vida). Pero "en latencia" y en "potencia" somos "El", una simple y pequeña fracción, pero "El" (o Ella, por si alguien se siente ofendida, aunque en realidad no exista el género en los niveles espirituales).
Por tanto, cuando "yo soy", soy una pequeñísima porción de El, siendo imposible dejar de "ser yo" tanto de forma voluntaria como involuntaria, ya que implicaría dejar de ser una fracción de El. Implicaría separación.
Mientras "El sea", yo seré. Cuando "El deje de ser" yo dejaré de serlo también. Pretender que siempre existe un Yo Soy pero no siempre un yo soy, a mi entender es como pretender que siempre existe un bosque pero no siempre sus árboles. El conjunto de árboles forman el bosque (Yo Soy) y cada árbol individualmente (yo soy) una pequeña fracción del mismo. Pero el "bosque" existe si existen sus árboles. Si no hay árboles, no hay bosque.
Análogamente, mientras yo viva, mis células vivirán. Cuando yo muera, también dejarán ellas de existir.
Sí. Siguiendo las analogías y si en vez de subir, bajar, nosotros somos "dioses de nuestro propio universo". Somos el dios de nuestras células, de igual manera que nosotros somos unas células de lo que para nosotros consideramos el Logos.
Probablemente lo que pueda confundir no es el hecho de Ser o no ser, del Yo Soy o el yo soy, dado que como indiqué, no podemos desvincularnos del Origen, sino el hecho de "Manifestarse" (Manvántara) o "no Manifestarse" (Pralaya). Si El se manifiesta, nosotros nos manifestamos. Si El "no" se manifiesta, nosotros tampoco podemos hacerlo. Si el bosque se materializa, sus árboles lo hacen también (el conjunto forman el bosque). Si el bosque no se materializa, tampoco pueden hacerlo sus árboles.
Aquí podríamos añadir una de las famosas frases del Baghavad Gita explicando lo anterior: "Habiendo compenetrado el Universo entero con un fragmento de Mi mismo, Yo permanezco". Es decir, Se manifieste o no, el Existe, pero nosotros (manifestados o no) también existimos en El. No tenemos porque dejar de ser siendo nosotros mismos El, seamos visibles o no visibles, manifestados o no manifestados, conscientes o inconscientes... En cualquier tipo de circunstancia, "siempre seremos El" (una pequeña parte).
¿Pueden nuestras células ser conscientes de nosotros? No, como nosotros no somos conscientes del Logos al no encontrarnos lo suficientemente desarrollados como para poder serlo.
¿Es el Logos consciente de nosotros, teniendo en cuenta que somos "simples células" de Su cuerpo de Manifestación? Si Lo desea puede serlo, aunque posiblemente nos encontremos por debajo del umbral de Su Conciencia. ¿Qué quiero decir?
¿Alguien de los que están leyendo estas lineas en este preciso instante "es consciente de que respira"? No, ¿verdad? (aunque justo ahora que lo habéis leído seguro que vuestra consciencia, al haber sido motivada por el texto, sí lo será). La respiración (en el ser humano al menos) se encuentra por debajo de nuestro nivel de conciencia. Es decir, no somos conscientes de la misma a no ser que voluntariamente nos propongamos centrar nuestra atención en ella, o un factor incidental (asfixia, falta de aire) nos lo recuerde. Lo mismo ocurriría con el Logos. Su conciencia se encuentra enfocada en niveles infinitamente superiores a los nuestros por lo que, a no ser que El de forma voluntaria centre Su conciencia en nosotros, nosotros nos encontramos por debajo del umbral de Su conciencia. Eso no quiere decir que se encuentre desvinculado de nosotros. Como es de suponer, tiene sus intermediarios (como pueden ser los ángeles, devas, ,maestros, seres mas evolucionados que nosotros pero menos que El, etc.) que le permiten, si Lo desea, ser consciente en cualquier momento de nosotros, de igual manera que nosotros tenemos nuestros mecanismos para ser conscientes de nuestras vidas inferiores como los diferentes órganos del cuerpo físico (intermediarios entre nuestra conciencia y la de las células), etc.
Dani
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