domingo, 9 de febrero de 2014

ALIMENTACIÓN VEGETARIANA VERSUS CARNÍVORA (XVII)

 
Lo que comentaré a continuación no tiene ninguna base científica y simplemente es un análisis personal. Un análisis meditado y serio pero que como tal no deja de ser una hipótesis posible. Me explico.

Los procesos metabólicos que todo ser vivo necesita para vivir no dejan de ser procesos químicos. Los nutrientes que necesitamos para poder realizar nuestras funciones vitales no dejan de ser reacciones químicas entre elementos que, combinados los unos con los otros, producen unos resultados que facilitan energía y alimento a los determinados organismos que, gracias a ellos, nos permiten vivir como unidad, es decir, como seres humanos.

Sin poder afirmarlo con rotundidad, pienso que a día de hoy la ciencia tiene los suficientes conocimientos e instrumentos (al menos en los países desarrollados) para producir esas sustancias de forma artificial, por tanto, todos los nutrientes que son necesarios para que un ser humano pueda desarrollar sus funciones vitales con normalidad pueden ser creados sin tener que sacrificar seres vivos (tanto animales como vegetales) para ello. ¿Ciencia Ficción? No lo creo. Voluntad, o mejor dicho, falta de ella.
 

 
 ¿Entonces? Pues es bien simple como la mayor parte de personas habrán deducido. No interesa porqué no es rentable al mismo tiempo que la mayor parte de la población no estaría dispuesta a sacrificar sus apetitos y paladar, su ración de placer sensorial diario y sus momentos periódicos de disfrute por un puñado de pastillas ingeridas con un vaso se agua.

Simple.

Otra cosa sería como aplicarlo para que la salud no se resintiese por ello, es decir, nuestro organismo tiene unos órganos especializados en la metabolización de los alimentos que ingerimos (digestión), y esos órganos (intestinos, estómago, boca, etc) no podrían adaptarse de forma brusca sin resentirse, pasando de funcionar diariamente a estar prácticamente en reposo constante. Por ejemplo, el intestino necesita fibra para poder funcionar con normalidad. Si se le suprime ésta, pueden surgir problemas de salud que deriven en enfermedades o disfunciones.

¿Entonces? ¿no hay solución? La hay y se llama progresividad.

El ser humano es un ser vivo que ha necesitado millones de años de evolución para llegar a ser lo que es. Muchos millones de años de perfeccionamiento aunque la mayor parte de gente crea (y la ciencia sostenga) que tenemos apenas unos 2 millones de años de existencia como medio humanos-medio monos, dados los descubrimientos que hasta ahora se han realizado. La antigüedad del ser humano es un tema que escapa al objetivo de este post por lo que no lo trataré aquí, pero volviendo a lo que nos interesa, si la humanidad ha alcanzado un grado de desarrollo determinado de su cuerpo físico, nada le impide (y menos ahora con los avances técnicos e inteligencia de que dispone) que, si las circunstancias ambientales que provocaron su adaptación al medio ambiente cambian, pueda continuar evolucionando y adaptándose a las nuevas circunstancias que se le presenten. Es decir, si necesitaba de un largo intestino (propio de los animales vegetarianos) para poder absorber los nutrientes, éste, con el tiempo y al cabo de muchas generaciones, se acorte o incluso se llegue a atrofiar si ya no precisa de el. Creo recordar, aunque no estoy seguro, que una de las teorías que aduce la ciencia para explicar la existencia del apéndice en el intestino grueso, es la de otro estómago o intestino que llegó a atrofiarse por dejar de ser necesario con el tiempo (probablemente por dejar de alimentarse exclusivamente de vegetales el ser humano).

En resumen: Si existiese voluntad y concienciación a nivel global de evitar producir sufrimiento a los seres vivos de los cuales nos alimentamos, podríamos lograrlo de forma progresiva sin que su aplicación fuese traumática. Probablemente si sustituyésemos poco a poco según que alimentos por sus nutrientes equivalentes, a lo largo de los siglos y en sucesivas generaciones (quizás muchas), el cuerpo físico y todas sus pequeñas unidades de vida de las que esta compuesto, se adaptarían y evolucionarían a las nuevas condiciones sin producir estragos en la salud.

¿Fantasía? No soy científico y no puedo asegurarlo, pero no me parece una idea descabellada e infundamentada. La principal dificultad (para mi) no creo que resida en la parte técnica sino en la ética. Al ser humano le agrada en demasía disfrutar de sus sentidos y el del paladar es uno de los que mas sensaciones agradables le proporciona aunque para ello tengan que morir diariamente millones de seres vivos.

Quizás la ciencia (si con el tiempo resulta un buen negocio) pueda compaginar nutrientes y elementos sólidos creados artificialmente, que permitan estimular de igual manera al paladar y llenar el estómago, y de esta manera quizás sí que la mayor parte de la población estaría dispuesta a dejar de consumir seres vivos. Pero hoy por hoy es más rentable, fácil y cómodo fabricar millones de seres vivos en granjas, alimentarlos en corto tiempo, con malos ingredientes y en condiciones infernales, y apretujarlos en espacios reducidos para poder minimizar costes y ganar mas dinero, que de eso se trata ¿no?. Total si igualmente han de morir, ¿qué importa?...

Soy idealista y tengo fe en un futuro mejor. Nadie podrá privarme de ello.
 
- - - - -

Por último, recuerdo que si alguien que leyese este post en algún momento hubiese pensando en pasarse a una alimentación de origen no animal, sí que le recomendaría que lo hiciese de una manera gradual, estando bien informado de todo lo relacionado al respecto y asesorado por buenos profesionales, ya que de lo contrario podría estar en juego su salud. No es difícil mantener una dieta vegetariana, pero implica mayor atención en la elección de los nutrientes al efecto de mantener la salud en perfecto estado.

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4 comentarios:

  1. Quizás la realización de tu ideal y de quienes lo compartimos no está tan lejos como pensamos.
    Sabemos que los animales tiene consciencia, aunque sea instintiva, y todos los miedos, el sufrimiento y el terror que el hombre les hace padecer, queda impreso en su sangre, la cual como bien sabemos, es distribuida por todo el cuerpo.
    Con esto quiero dar a entender que cuando comemos carne, estamos ingiriendo todo lo que aquellos animales indefensos han sufrido hasta el último instante de su vida.
    En sentido esotérico la sangre tiene el poder mágico y misterioso, mucho más poderoso de lo que podemos imaginar.

    Gracias por tu sincera aleccionadora reflexión.

    Un fuerte abrazo Dani

    Marta

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esperemos que algunos nobles ideales fructifiquen en las mentes de los seres humanos y poco a poco vaya surgiendo una amonía entre todos los seres del planeta.

      Gracias Marta por tu comentario y presencia

      Un fuerte abrazo

      Eliminar

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