Alice A. Bailey (como algunas/os de vosotras/os quizás
conozcáis) escribió una serie de libros, algunos de suyos como este ("La Conciencia del Átomo") y otros
con enseñanzas dadas por el Maestro Djwhal Khul (mas conocido como el Maestro
Tibetano).
Este libro trata de la relación científica entre materia y consciencia, en una época en que la evolución influencia progresivamente la sustancia de todas las formas. El "átomo" aparece como la réplica miniaturizada más completa de la estructura energética común a todas las formas de vida: cósmica, planetaria, humana y subhumana"
Paulatinamente iremos añadiendo nuevos capítulos del libro para poder tratarlos con "la suficiente tranquilidad y mente abierta", aspectos indispensables para poder profundizar en estos temas.
Recordemos que el libro fue escrito hace casi 100 años, por lo que algunas expresiones, aspectos y comentarios que puedan aparecer en el mismo han de considerarse como de aquella época y, por tanto, quizás no coincidan del todo con la realidad actual.
Si alguien estuviese interesado en obtener mas información sobre A. A. Bailey, la Escuela Arcana y/o el Maestro Tibetano (Djwhal Khul), puede consultar los enlaces siguientes:
FUNDACIÓN LUCIS TRUST
Este libro trata de la relación científica entre materia y consciencia, en una época en que la evolución influencia progresivamente la sustancia de todas las formas. El "átomo" aparece como la réplica miniaturizada más completa de la estructura energética común a todas las formas de vida: cósmica, planetaria, humana y subhumana"
Paulatinamente iremos añadiendo nuevos capítulos del libro para poder tratarlos con "la suficiente tranquilidad y mente abierta", aspectos indispensables para poder profundizar en estos temas.
Recordemos que el libro fue escrito hace casi 100 años, por lo que algunas expresiones, aspectos y comentarios que puedan aparecer en el mismo han de considerarse como de aquella época y, por tanto, quizás no coincidan del todo con la realidad actual.
Si alguien estuviese interesado en obtener mas información sobre A. A. Bailey, la Escuela Arcana y/o el Maestro Tibetano (Djwhal Khul), puede consultar los enlaces siguientes:
FUNDACIÓN LUCIS TRUST
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EL CAMPO DE LA EVOLUCIÓN
PRIMERA CONFERENCIA
"En la historia del pensamiento nunca
hubo probablemente un período que se asemeje al actual. Los pensadores de todas
partes son conscientes de dos cosas: primero, que hasta ahora jamás se habían
definido con tanta claridad las regiones misteriosas y, segundo, que esas
regiones pueden ser penetradas más fácilmente que nunca. Por lo tanto, quizás
sea posible persuadirlos a revelar algunos de sus secretos si los
investigadores de todas las escuelas persiguen determinantemente su búsqueda.
Los problemas que enfrentamos al estudiar los conocidos hechos de la vida y de
la existencia, son susceptibles de ser definidos con más claridad que antes, y
aunque no conozcamos la respuesta a nuestras preguntas ni la solución de
nuestros problemas, ni tengamos en la mano la panacea para remediar las
dolencias del mundo, sin embargo, el hecho de definirlos y señalar donde reside
el misterio, y que la ciencia, la religión y la filosofía, han arrojado luz
sobre dilatadas extensiones consideradas anteriormente tierras tenebrosas,
constituye la garantía del éxito futuro. Exceptuando el círculo de doctos y
místicos, sabemos mucho más que hace cinco siglos. Hemos descubierto varias
leyes naturales, aunque todavía no sepamos aplicarlas, y el conocimiento de la
"cosa tal cual es" (empleo deliberadamente esta frase) ha ganado
mucho terreno.
No obstante, permaneciendo aún inexplorada la
tierra del misterio, nuestros problemas son numerosos. Tenemos el problema de
nuestra propia vida particular, sea cual fuere; además el problema de lo
comúnmente llamado no-yo; que concierne a nuestro cuerpo físico, medio
ambiente, circunstancias y condiciones de vida; si somos introspectivos tenemos
el problema de nuestra particular serie de emociones, pensamientos, deseos e
instintos, por los cuales controlamos la acción. Los problemas grupales son
muchos. ¿Por qué hay sufrimiento, hambre y dolor? ¿Por qué el mundo entero está
esclavizado por la abyecta indigencia, la enfermedad y el malestar? ¿Cuál es el
propósito subyacente en todo lo que vemos a nuestro alrededor y cuál será el
resultado de los asuntos mundiales considerados como una totalidad? ¿Cuál es el
destino de la raza humana, cuál su origen y la clave de su actual condición?
¿Hay otra vida después de ésta y su único interés reside en lo visible y
material? Tales preguntas surgen en nuestra mente y surgieron en la mente de
los pensadores en el transcurso de los siglos.
Se intentó diversamente responder a estas
preguntas, y al estudiarlas hallamos que las respuestas dadas se dividen en
tres grupos principales, y que tres soluciones mayores se presentan a la
consideración de los hombres, y son:
Primero, Realismo. Otro nombre es
materialismo. Enseña que "la representación del mundo externo en nuestra
conciencia es verídica"; que las cosas son lo que aparentan ser; que la
materia y la fuerza, tal como las conocemos, son la única realidad; que no es
posible para el hombre ir más allá de lo tangible, y que debe satisfacerse con
los hechos tal como los conoce o enseña la ciencia. Este método es
perfectamente legítimo como solución, pero para muchos no va suficientemente
lejos. Trata sólo lo que puede ser probado y demostrado, y se detiene en el
punto en que el investigador se pregunta: "esto es así, pero ¿por
qué?" No tiene en cuenta muchas cosas conocidas y comprendidas como
verdades por el hombre, aunque él es incapaz de explicar por qué, sabe que son
verídicas. Los hombres de todas partes reconocen la exactitud de los hechos de
la escuela realista y de la ciencia materialista, aunque al mismo tiempo
sienten innatamente que en la comprobada manifestación objetiva, subyace alguna
fuerza vitalizadora y algún coherente propósito que no puede explicarse sólo en
términos de materia.
Segundo, tenemos un punto de vista que
podríamos muy bien denominar supernaturalismo. El hombre siente que quizás
después de todo, las cosas no son exactamente lo que aparentan ser, y que aún
queda mucho que es inexplicable. Reconoce que no es simplemente una acumulación
de átomos físicos, un algo material y un cuerpo tangible, sino que latente en
él hay una conciencia, un poder y una naturaleza síquica que lo vincula con
todos los miembros de la familia humana y con un poder fuera de sí mismo que
forzosamente debe explicar. Esto ha conducido, por ejemplo, a la evolución del
punto de vista judío y cristiano que postula un Dios fuera del sistema solar
creado por Él, pero extraño al sistema. Ambos sistemas enseñan que el mundo ha
evolucionado por un Poder o Ser, que construyó el sistema solar, guía
correctamente a los mundos, mantiene nuestra pequeña vida humana en el hueco de
su mano y "ordena suavemente" todas las cosas de acuerdo a algún
propósito oculto que nuestra mente finita es incapaz de vislumbrar y mucho
menos de comprender. Tal es el punto de vista religioso y sobrenatural, basado
en la creciente autoconsciencia del individuo y en el reconocimiento de su
propia divinidad. Análogo al punto de vista de la escuela realista incluye
únicamente una verdad parcial y requiere ser complementado.
Tercero, podría llamarse idealismo. Postula un
proceso evolutivo dentro de toda manifestación e identifica la vida con el
proceso cósmico. Es el exacto polo opuesto del materialismo, y coloca a la
sobrenatural deidad que predica el religioso, como una gran Entidad o Vida, que
evoluciona por medio de todo y del universo, así como la conciencia del hombre
lo hace a través de un cuerpo físico objetivo.
En estos tres puntos de vista, el francamente
materialista, el puramente sobrenatural y el idealista, tenemos presentes tres
principales líneas de pensamiento para explicar el proceso cósmico. Son
verdades parciales y, sin embargo, ninguna está completa sin la otra. Todas
aisladamente consideradas desvían y conducen a la oscuridad, y no desvelan el
misterio central; pero sintetizadas, unidas y fusionadas, quizás contengan (y
es tan sólo una insinuación mía) tanta verdad de la evolución como la mente
humana puede captar en la actual etapa evolutiva.
Tratamos profundos y amplios problemas y
quizás nos entrometemos en cosas elevadas y superiores, invadiendo regiones
reconocidas como el dominio de la metafísica, e intentamos resumir en pocas y
breves charlas todo el contenido de las bibliotecas del mundo, es decir,
intentamos algo imposible. Lo que cabe hacer es considerar breve y sucintamente
un aspecto tras otro de la verdad. Todo cuanto lograremos es bosquejar las
líneas fundamentales de la evolución, estudiar las mutuas relaciones, entre sí
y con nosotros, como entidades conscientes, y luego esforzarnos por fusionar y
sintetizar lo poco que lleguemos a conocer, hasta esclarecer la idea general
del entero proceso.
Debemos recordar, en conexión con todo
enunciado de la verdad, que cada uno ha sido emitido desde un punto de vista
particular. No podremos responder plenamente a la pregunta ¿qué es la verdad?,
ni expresar sin prejuicios ningún aspecto de esta verdad, en forma
perfectamente directa, hasta haber desarrollado algo más los procesos mentales
y ser capaces de pensar en términos abstractos y concretos. Algunas personas
poseen un horizonte más amplio que otras, y pueden ver la unidad subyacente en
los diferentes aspectos. Otros se inclinan a pensar que su perspectiva e
interpretación son las únicas verdaderas. Espero en estas charlas ampliar algo
más su punto de vista. Espero también que lleguemos a comprender que el hombre
interesado únicamente en el aspecto científico, limitado al estudio de esas
manifestaciones puramente materiales, se ocupe además de estudiar lo divino
como lo hace su hermano cabalmente religioso, que sólo se interesa por el
aspecto espiritual, y que el filósofo, después de todo, sólo trata de destacar
el tan necesario aspecto de la inteligencia que vincula los aspectos material y
espiritual y los fusiona en un todo coherente. Quizás por la unión de estas
líneas, ciencia, religión y filosofía, adquiramos un conocimiento práctico de
la verdad tal cual es, recordando al mismo tiempo que "la verdad reside en
nosotros mismos". La expresión de la verdad por un solo hombre no es
completa, y el único propósito del pensamiento es trabajar con materia mental y
poder erigirla constructivamente para nosotros mismos.
Quisiera bosquejar mi plan esta noche y sentar
las bases para las charlas futuras, tocando las principales líneas de la
evolución. Por lógica, lo más evidente es ocuparse de la evolución de la
sustancia, el estudio del átomo y la naturaleza de la materia atómica. De esta
última línea de evolución nos ocuparemos en la próxima conferencia.
La ciencia tiene mucho que decir sobre la
evolución del átomo, y ha recorrido un largo camino desde hace cincuenta años,
a partir del siglo pasado, cuando se consideraba al átomo como una indivisible
unidad de sustancia, considerándoselo ahora un centro de energía o fuerza
eléctrica. De la evolución de la sustancia vamos lógicamente a la evolución de
las formas o del conglomerado de átomos, y se abren a nuestra consideración
otras formas que no son las estrictamente materiales -existentes en sustancia
sutil, como las formas mentales, raciales y de organizaciones. En este doble
estudio, se hará resaltar uno de los aspectos de la deidad, si se elige
utilizar el término "deidad", o una de las manifestaciones de la
naturaleza, si se prefiere esta expresión menos sectaria.
Entonces se considerará la evolución de la
inteligencia o el factor mente, que actúa con ordenado propósito en todo lo que
vemos a nuestro alrededor. Esto revelará un mundo que no camina a ciegas, sino que
obedece a determinado plan, a un coordinado esquema y organizado concepto, que
se desarrolla por medio de la forma material. Uno de los motivos por los cuales
las cosas parecen difíciles de comprender, es que nos hallamos en medio de un
período de transición, y el plan es aún imperfecto. Estamos demasiado cerca de
la maquinaria y somos parte integrante del conjunto. Vemos una parte aquí, otra
un poco más allá, pero no percibimos la grandiosidad de la idea Podemos tener
una visión, un elevado momento de revelación, pero al hacer contacto con la
realidad en todas partes, dudamos de la posibilidad de materializar el ideal,
porque el reajuste de la relación inteligente entre la forma y lo que la
utiliza, está muy lejano.
El reconocimiento del factor inteligencia
conducirá inevitablemente a contemplar la evolución de la conciencia en sus
diversas modalidades, desde las consideradas subhumanas, pasando por la humana,
hasta la que lógicamente podemos suponer conciencia superhumana, aunque no sea
posible demostrarla. La inmediata pregunta que enfrentaremos será: ¿qué hay
detrás de todos estos factores? ¿Existe detrás de la forma objetiva y de su
inteligencia animadora una evolución que corresponde a la facultad del yo, el
Ego en el hombre? ¿Hay en la naturaleza y en cuanto vemos a nuestro alrededor
la actuación del propósito de un Ser individualizado y autoconsciente? Si
existe tal ser y existencia fundamental, podríamos percibir algo de sus
inteligentes actividades y observar Sus planes, en vías de fructificación.
Aunque no podamos probar que Dios o que la Deidad existe, por lo menos podemos
decir que la hipótesis de que Él existe es razonable, la sugerencia es
racional, lo cual constituye una posible solución para todos los misterios que
nos rodean. Para ello debe demostrarse que hay un propósito, un propósito
inteligente, desarrollándose a través de todo tipo de formas, razas, naciones,
y en todo cuanto se halla manifestado en la civilización moderna, más las
etapas recorridas por este propósito y el gradual desenvolvimiento del plan, y
quizás por esa demostración podremos ver lo que nos espera en las etapas
futuras.
Consideremos brevemente qué significan las
palabras "proceso evolutivo". Se emplean constantemente, y el hombre
común sabe que la palabra evolución sugiere un desenvolvimiento de adentro
afuera y el desarrollo de un centro interno; pero necesitamos definir más
claramente la idea para tener un mejor concepto de ella. Una de las mejores
definiciones que conozco de la evolución es: "el desenvolvimiento de un
continuo y creciente poder de responder". Aquí tenemos una definición muy
iluminadora, al considerar el aspecto material de la manifestación. Entraña el
concepto de vibración y la respuesta a la misma, y aunque con el tiempo tenemos
que descartar la palabra "materia" y emplear el término "centro
de fuerza", el concepto aún tiene validez y la respuesta del centro al
estímulo puede ser percibida con mayor exactitud. La misma definición es muy
valiosa al considerar la conciencia humana. Implica la idea de una creciente y
gradual comprensión, de una respuesta, en desarrollo, de la vida subjetiva a su
medio ambiente, que eventualmente conducirá hacia arriba, al ideal de una
existencia unificada, síntesis de todas las líneas de evolución, y al concepto
de una Vida central o fuerza que fusiona y mantiene coherentes todas las
unidades evolucionantes, sean de materia, como el átomo del físico y del
químico, o unidades de conciencia, como los seres humanos. Esto es evolución, el
proceso que desenvuelve la vida dentro de las unidades, el anhelo en desarrollo
que oportunamente fusiona unidades y grupos, hasta obtener la suma total de
manifestación, denominada Naturaleza o Dios, el conjunto de todos los estados
de conciencia. A este Dios se refieren los cristianos cuando dicen: "en Él
vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser". Ésta es la fuerza o energía
reconocida por los científicos Ésta es la Mente Universal o Super-alma del
filósofo y también la inteligente voluntad que todo lo rige, une, construye,
desarrolla y lo lleva a la máxima perfección. Es esa Perfección inherente a la
materia y la tendencia latente en el átomo, en el hombre y en todo cuanto
existe. A esta interpretación del proceso evolutivo no se la considera como resultado
de una Deidad externa que derrama su energía y sabiduría sobre un expectante
mundo, sino más bien como algo latente en el mundo mismo, oculto en el corazón
del átomo químico, en el del hombre, en el planeta y en el sistema solar. Es
ese algo que impulsa todas las cosas hacia la meta y la fuerza que gradualmente
pone orden en el caos, la ultérrima perfección de la imperfección temporaria,
el bien del aparente mal. De las tinieblas y del desastre saldrá algún día
aquello que reconoceremos como bello, correcto y verdadero. Esto es todo cuanto
hemos concebido y vislumbrado en nuestros más elevados y mejores momentos.
Se ha definido también la evolución como
"desarrollo cíclico", y esta definición me sugiere un pensamiento que
ansío captar completamente. La naturaleza se repite continuamente hasta
alcanzar determinados fines y obtener ciertos resultados concretos y respuestas
a la vibración. Por el reconocimiento de este hecho podemos demostrar el
inteligente propósito de la Existencia inmanente. Para ello se emplea el método
del discernimiento o de inteligente elección. Los textos de las diferentes
escuelas expresan la misma idea, tales como "selección natural" y
"atracción y repulsión". Evitaré en lo posible emplear términos
técnicos, porque algunas escuelas de pensamiento significan con esto unas veces
una cosa y otras otra. Si encontramos una palabra similar, pero no ligada a
ninguna escuela o línea de pensamiento, quizás hallemos una nueva luz para
nuestro problema. Atracción y repulsión en el sistema solar, es sólo la
facultad de discernir que poseen el átomo o el hombre, manifestada en los
planetas y en el sol. Atracción y repulsión existen en los átomos de todo tipo;
podría llamársele adaptación o poder de crecer o de adaptarse el ente a su
ambiente, por el rechazo de ciertos factores y la aceptación de otros. En el
hombre común se manifiesta como libre albedrío o la facultad de elegir, y en el
hombre espiritual como la tendencia al sacrificio, porque el hombre elige una
particular línea de acción a fin de beneficiar al grupo al cual pertenece, y
rechaza lo estrictamente egoísta.
Podemos definir finalmente la evolución como
un ordenado cambio y constante mutación, demostrados en la incesante actividad
de la unidad o del átomo, en la interacción de los grupos y en la interminable
acción de una fuerza o tipo de energía sobre otra.
Vimos que la evolución, sea de la materia o de
la inteligencia, conciencia o espíritu, consiste en el siempre creciente poder
de responder a la vibración que, mediante un constante cambio, progresa por la
aplicación de una política selectiva o el empleo de la facultad discernidora y
por el método de desarrollo cíclico o de repetición. Las etapas que
caracterizan al proceso evolutivo podrían clasificarse en tres, y corresponden
a las de la vida del ser humano: niñez, adolescencia y madurez. En lo que
concierne al hombre, se manifiestan en la unidad humana o en la raza, y a
medida que transcurren y progresan las civilizaciones, se podrá observar la
misma triple idea en toda la familia humana, y así nos cercioramos del divino
objetivo, estudiando su imagen o reflejo, el HOMBRE. Podemos expresar estas
tres etapas en términos más científicos y vincularlas con las tres escuelas de
pensamiento referidas, y las analizaremos como:
a. La etapa de energía atómica.
b. La
etapa de coherencia grupal.
c. La
etapa de la existencia unificada o sintética.
Trataré de aclarar el concepto. La etapa de
energía atómica concierne mayormente al aspecto material de la vida y
corresponde al periodo de la niñez en la vida del hombre o de una raza. Es el
período de realismo, de intensa actividad, y ante todo de desarrollo mediante
la acción, de pura autocentralización o autointerés. Produce un punto de vista
materialista y conduce inevitablemente al egoísmo. Involucra el reconocimiento
de que el átomo se basta a sí mismo y que análogamente las unidades humanas
tienen vida separada independiente de las demás unidades, sin relación entre
sí. Esta etapa puede observarse en las razas subdesarrolladas del mundo, en los
niños y en los individuos poco evolucionados. Son normalmente autocentrados;
dedican sus energías a su propia vida; se ocupan de lo objetivo y tangible, y
los caracteriza un necesario y protector egoísmo. Es una etapa indispensable en
el desenvolvimiento y perpetuación de la raza.
De este período atómico y egoísta surge otra
etapa, la de la coherencia grupal, que se supone la construcción de formas y
especies hasta obtener algo coherente e individualizado, pero constituido por
multitud de individualidades y formas menores. En conexión con el ser humano
corresponde a su conocimiento incipiente de la etapa de responsabilidad y al
reconocimiento del lugar que le corresponde dentro del grupo. Requiere del
individuo la capacidad de reconocer una vida superior a la suya, ya se la
denomine Dios o se la considere simplemente como la vida del grupo, al cual
pertenecemos como unidad, esa gran Identidad de la cual formamos parte. Esto
corresponde a la escuela de pensamiento supernaturalista y con el tiempo lo
sustituirá otro concepto más amplio y verdadero. Según hemos visto, la primera
etapa o atómica, se desarrolló por el egoísmo o la vida autocentrada del átomo,
sea el átomo de la sustancia o el humano; la segunda etapa llega a la
perfección por el sacrificio de la unidad, en bien de los muchos, y del átomo,
en bien del grupo, en el cual tienen cabida. De esta etapa muy poco sabemos y,
frecuentemente, la visualizamos y anhelamos. La tercera etapa está aún muy
lejana, y algunos la consideran como una vana quimera. Otros poseen la visión
y, aunque inalcanzable ahora, es lógicamente posible si nuestras premisas son
exactas y sentamos correctamente las bases de la existencia unificada. Entonces
no sólo habrá unidades independientes, átomos diferenciados en la forma, grupos
constituidos por multiplicidad de entidades, sino que tendremos el conglomerado
de formas, grupos y estados de conciencia, fusionados, unificados y
sintetizados en un todo perfecto, denominado sistema solar, naturaleza o Dios.
Los nombres no tienen importancia. Corresponde a la etapa adulta del ser
humano; análoga al período de la madurez y a esa etapa donde se supone que el
hombre tiene un propósito y trabajo definido en la vida y también un bien
determinado, llevado a cabo con la ayuda de su inteligencia. En estas charlas
quisiera, si es posible, demostrar que algo similar se está llevando a cabo en
el sistema solar, en el planeta, en la familia humana y en el átomo. Confío que
podré demostrar que en todo subyace una inteligencia, que de la separación
vendrá la unión, producida por la fusión y mezcla grupal y que con el tiempo
surgirá de los distintos grupos un todo perfecto, plenamente consciente,
compuesto por miríadas de identidades separadas, animadas por un sólo propósito
y una sola voluntad. Si esto es así, ¿cuál es el paso práctico que deben dar
quienes alcancen esta comprensión? ¿Cómo aplicar prácticamente este ideal a
nuestras propias vidas y cómo asegurarnos nuestro inmediato deber a fin de
participar y cumplir conscientemente con el plan? En el proceso cósmico tenemos
nuestra diminuta participación y en cada día de actividad debemos desempeñar
nuestra parte con inteligente comprensión.
Nuestro primer objetivo debería ser la
autocomprensión, por la práctica del discernimiento. Aprender a pensar con
claridad, a formular nuestros pensamientos y a dirigir nuestros procesos
mentales. Saber lo que pensamos y por qué lo pensamos, y descubrir el
significado de la conciencia grupal por el estudio de la ley del sacrificio. No
sólo debemos descubrir en nosotros la primitiva etapa infantil de egoísmo (que
ya debiéramos haber trascendido) y aprender a diferenciar entre lo real y lo
irreal, por la práctica del discernimiento, sino a pasar a algo mucho mejor.
Nuestra meta inmediata debe ser descubrir el grupo al cual pertenecemos. No
pertenecemos a todos los grupos ni es posible saber cuál es nuestro lugar en el
gran grupo, pero podemos encontrar algún grupo donde hallar cabida, un conjunto
de personas con el cual colaborar y trabajar, algún hermano a quien socorrer y
ayudar. Esto involucra practicar conscientemente el ideal de la hermandad, y
-hasta haber evolucionado en la etapa en que nuestro concepto es universal-
significa que debemos descubrir el particular grupo de hermanos a quienes
podemos amar y ayudar por medio de la ley de sacrificio y la transmutación del
egoísmo en amoroso servicio. Así colaboraremos en el propósito general y
participaremos en la misión del grupo.
Gracias Dani por ésta impecable segunda entrega.
ResponderEliminarColaborar en el propósito general....el propósito que los Maestros conocen y sirven...
Un fuerte y cariñoso abrazo.
Gracias a ti querida Adri por colaborar, participar y difunfir.
EliminarUn fuerte abrazo
El tema es muy interesante y despierta las ansias de profundizar más, no ya únicamente en sentido esotérico sinó también científico. Sabemos que desde que se publicó este libro en el año 1922 hasta hoy, la ciencia ha dado un paso enorme hacia adelante en sus investigaciones.
ResponderEliminarPara el esoterista que conoce la existencia de los mundos ocultos, es evidente que el hecho de que la ciencia rompiera los límites atómicos liberando su energía, ha introducido a la humanidad en una nueva etapa del sendero evolutivo pues, aunque los científicos materialistas no lo quieran admitir, existen otros mundos o estados de consciencia que todavía permanecen ocultos para la gran mayoría de seres humanos.
Sin embargo la ciencia sabe que existen otras dimensiones en el espacio, aunque sigue estando y estará limitada en sus investigaciones mientras no reconozca la existencia del alma.
El día pueda comprobar que el verdadero hombre (el ser humano) no es el cuerpo físco, porqué en el momento de la muerte verá como se desprende y sale de él para adentrarse en otras zonas del espacio, y cuando lo de a conocer al mundo, el concepto que tenemos de la vida y de la muerte cambiará radicalmente y como consecuencia, la forma de vivir.
Gracias Dani
Un fuerte abrazo
Marta
Gracias Marta por tu comentario.
EliminarEste libro, aunque no se haya escrito en la actualidad, parece prometer interesantes aspectos a tener en cuenta en la actualidad, al menos en lo que espiritualmente representa. Iremos siguiendo el libro poco a poco para poder dar tiempo a absorber su sabiduría.
Un fuerte abrazo
Estamos rompiendo límites sin fin y ello dará lugar a grandes sorpresas inimaginables.
ResponderEliminarGràcies.
Gracias Olga i Carles por la visita y comentario
ResponderEliminarGracias Dani. Leído. En el fondo, volvemos a lo mismo: seguir trabajando este segunda etapa en la cual algunos de nosotros estamos, e ir creando átomos 'ganchudos' :)
ResponderEliminarUn abrazo!
Todo es lo mismo en diferentes formas de decirlo, pero siempre hay una de ellas que se ajusta mejor a nuestra manera de entender.
EliminarGracias Marcos.
Un abrazo