Fragmento de texto del libro "Bhagavad Guita El Mensaje del Maestro" escrito por "Yogui Ramacharaka". El libro es una compilación de diversas traducciones sobre este episodio de la grandiosa epopeya Hindú conocida con el nombre de Mahabarata.
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PARTE V.
RENUNCIACIÓN
ARJUNA. – ¡Oh
Krishna! Eres paradójico, porque primero alabas la renuncia de las acciones y
luego alientas la prestación de servicios por medio de aquéllas. De ambas cosas,
¿cuál es la más meritoria? Dímelo, a fin de calmar mi turbación.
KRISHNA. – Te digo,
¡oh príncipe!, que tan meritoria es la renuncia de las obras como el servicio
mediante la acción. Ambos senderos conducen a la meta suprema. Y en verdad te
digo que la acción es superior a la inacción.
Pero es necesario
que comprendas perfectamente el significado de estos tiempos, para evitar
confusiones.
Perfecto
renunciante es aquel que no apetece ni rechaza la acción, aquel que renuncia al
agrado y al desagrado.
Liberado de los
pares de opuestos, sereno y feliz, puede hacer todo cuanto el servicio le
depare; y, sin embargo, puede igualmente abstenerse de la acción, por no tenerle
apego.
Verdaderamente, un
hombre así ha roto sus ataduras.
Los recién
iniciados en el estudio de las verdaderas enseñanzas estiman que la renuncia es
diferente al cumplimiento de la acción; pero los sabios reconocen su identidad.
Ambos conducen al
mismo fin, y quienes renuncian a la acción obtienen el mismo precio que quienes
la cumplen sin apego.
El que trasciende
las apariencias, comprende que ambos son uno en lo esencial.
Pero es
dificilísimo, ¡oh Arjuna!, renunciar a la acción sin antes haber servido por medio
de la acción.
Quien armoniza
ambos medios está en camino de alcanzar la paz.
El que cumple la
recta acción y no apetece su fruto, renuncia a la acción.
De esta suerte, es
capaz de domeñar sus sentidos y reprimir sus deseos, de trascender la
personalidad y adquirir el conocimiento de su verdadero YO, esencialmente uno
con el YO de todos los seres.
Reconoce la
universalidad de la Vida y el Origen de la Vida universal; reconociéndolo así y
obrando en consecuencia, queda desligado de los resultados de la acción.
Armonizando estos
dos medios aparentemente opuestos, aunque vea, oiga, palpe, huela, coma, ande y
duerma, sabe que su verdadero ser se substrae de la acción, y puede decir que
individualmente está inactivo.
En verdad puede
también decir: “Los sentidos funcionan en el mundo sensible; dejémoslo
funcionar, ya no me ligan ni me alucinan, porque los conozco”.
A quien así obra y
ve tras toda la acción al verdadero YO inactivo, no lo contamina el mundo.
El sabio, libre de
concupiscencia, cumple la acción con la mira puesta en la pureza y la justicia.
Armonizado y sin
deseo ni esperanza de recompensa por la acción, el sabio logra la paz.
Pero el hombre,
ansioso por el fruto de sus acciones, no halla paz, porque lo conturba el deseo
de remuneración.
Libre el sabio de
las acciones y de sus resultados, mora en el templo del Espíritu, al que los
hombres llaman cuerpo, y permanece en tranquila paz, sin deseo de acción ni de
ser causa de acción, pero dispuesto a desempeñar su parte en la acción cuando
lo exijan los deberes de su estado.
Porque sabe que
aunque su cuerpo, sentido y mente puedan empeñarse en la acción, su verdadero
ser permanece por siempre imperturbado.
El verdadero ser no
actúa como naturaleza inferior del hombre.
El verdadero ser no
ejecuta acciones buenas ni malas.
La sabiduría queda
a menudo eclipsada por la ignorancia.
Pero los capaces de
mirar perciben el Espíritu.
Entregados con
fervorosa devoción al Yo, quedan los sabios libres de sus ataduras.
Limpios están sus
ojos del humo que ciega a los demás hombres, y pasan a los planos superiores de
donde ya no regresan. Bienaventurados son.
Aquel que está
libre del error y la ilusión mira con igual respeto al docto instructor que al
humilde paria.
Porque has de
saber, ¡oh Arjuna!, que los ojos libres de ilusión ven las personalidades o
formas de vida tan engañosas en comparación del verdadero Ser, que aun las más
señaladas distinciones desaparecen para ellos.
Aquellos que
alcanzan este conocimiento comprenden la realidad de la Vida, que es la
comprensión del verdadero Ser.
Ciertamente,
quienes logran ver al verdadero Ser que subyace en la apariencia – esto es, la
única Realidad en el mundo de la realidad ilusoria –, persisten en este conocimiento
y saben reprimir la alegría y la tristeza, se han librado de los pares de opuestos,
de los frutos de la acción y del halago de los objetos externos.
Así es que
experimentan inefable gozo en el conocimiento del verdadero Ser, y en este
estado de conciencia entran en el reino de la eterna felicidad y la paz inalterable.
Porque has de
saber, Arjuna, que los placeres de los sentidos, las satisfacciones provocadas
por los objetos externos, constituyen la matriz de futuros dolores.
Pertenecen al mundo
finito, que el sabio rechaza.
Armonizado está y
es tres veces bendito quien aun en este mundo de sensaciones posee la fortaleza
que resulta del verdadero conocimiento y es capaz de soportar con ecuanimidad
las excitaciones de su naturaleza inferior.
En verdad logra la
sempiterna paz y se identifica con el Eterno quien halla la paz en su interior.
Quienes se han
librado de la ilusión de separatividad ven la unidad de la vida en el Único
Ser.
El bienestar del
Todo es para ellos el bienestar del Único, cuya paz alcanzan.
De esta paz que
excede a toda comprensión disfrutan quienes saben lo que en verdad son.
Libres de las
ligaduras del deseo y de la pasión sensual, dominan sus pensamientos con su
sabiduría y los sentidos con sus pensamientos.
Subyugado el cuerpo
por el Yoga, de manera que sea digna morada del alma, y mantenido limpio y
ordenado bajo la vigilancia de la mente; con los sentidos, facultades, mente y
discernimiento en normal condición, y puesta la mira espiritual en la liberación y en el
logro de la paz, desecha el sabio las desgastadas envolturas del deseo, el
temor, la pasión y la lujuria, y queda libre de toda esclavitud.
Cuando el sabio
reconoce que me complace la austeridad del propio sacrificio, que soy el
Gobernante del universo y el Amador de todos los seres, entonces me halla y me
conoce en Mi paz.
Así concluye la quinta parte del Bhagavad Guita, titulada:
RENUNCIACIÓN
Algunas frases:
ResponderEliminar"Perfecto renunciante es aquel que no apetece ni rechaza la acción, aquel que renuncia al agrado y al desagrado. Liberado de los pares de opuestos, sereno y feliz, puede hacer todo cuanto el servicio le depare; y, sin embargo, puede igualmente abstenerse de la acción, por no tenerle apego."
"Armonizado y sin deseo ni esperanza de recompensa por la acción, el sabio logra la paz. Pero el hombre, ansioso por el fruto de sus acciones, no halla paz, porque lo conturba el deseo de remuneración. Libre el sabio de las acciones y de sus resultados, mora en el templo del Espíritu, al que los hombres llaman cuerpo, y permanece en tranquila paz, sin deseo de acción ni de ser causa de acción, pero dispuesto a desempeñar su parte en la acción cuando lo exijan los deberes de su estado. Porque sabe que aunque su cuerpo, sentido y mente puedan empeñarse en la acción, su verdadero ser permanece por siempre imperturbado."
"La sabiduría queda a menudo eclipsada por la ignorancia."
"Aquel que está libre del error y la ilusión mira con igual respeto al docto instructor que al humilde paria. Porque has de saber, ¡oh Arjuna!, que los ojos libres de ilusión ven las personalidades o formas de vida tan engañosas en comparación del verdadero Ser, que aun las más señaladas distinciones desaparecen para ellos. Aquellos que alcanzan este conocimiento comprenden la realidad de la Vida, que es la comprensión del verdadero Ser."
"Porque has de saber, Arjuna, que los placeres de los sentidos, las satisfacciones provocadas por los objetos externos, constituyen la matriz de futuros dolores."
"En verdad logra la sempiterna paz y se identifica con el Eterno quien halla la paz en su interior."
Renunciación !
ResponderEliminarUna palabra cuyo significado a menudo se interpreta erróneamente.
En realidad dicho con otras palabras es lo que tan a menudo nos aconseja el Maestro Tibetano, "el olvido de uno mismo" .
La renuncia es un hecho constante en el camino de la vida pues hay que ir dejando atrás jirones de nuestro yo vencido, aquellas partes de nosotros mismos a las que tan apegados estamos.
La Renunciación nos libera y nos permite ser verdaderamente Libres.
Gracias Dani por ofrecernos estas hermosas enseñanzas tan fáciles de aprender y a la vez, tan difíciles de realizar.
Un fuerte abrazo
Marta
Si Marta. Tan fáciles de escribir y tan difíciles de realizar.
EliminarUn fuerte abrazo
si, es difícil Dani…
ResponderEliminarLogré empezar a entenderlo cuando experimenté que el 'soltar', no es forzosamente vivir en una gruta. Uno puede estar desapegado y sin embargo estar rodeado de gentes y materiales de esta vida moderna.
La 'llave', desde mi humilde comprensión, es ser capaz de estar aquí escribiendo desde mi fantástico ordenador y rodeado de cosas confortables, pero poder también pasar de hacerlo. Es un sentimiento especial… Un día empecé a plantearmelo, y poco a poco, voy ganándole terreno a muchas cosas que hoy ya no me importan. Es observar, meditar para ver ciertas insensateces…; un entrenamiento constante en estar en el Presente, etc.., pero he de añadir que el envejecer, ayuda muchísimo.
Un fuerte abrazo amigo :)
Gracias por tus sabios consejos Marcos.
EliminarLa edad es una buena consejera.
Un fuerte abrazo
Importantísimas enseñanzas: Renunciar a los apegos, a lo que me apetece, a los honores, mantenernos serenos ante las críticas y contrariedades, medir correctamente los tiempo de acción e inacción según corresponda, y siempre servir de la manera adecuada. A veces el servicio es guardar silencio y no intervenir.
ResponderEliminarLa Sabiduría Divina, manifestada a través de los tiempos por diferentes enseñanzas, filosofías y religiones por medio de Avatares encarnados en nuestro planeta siempre ha existido. El Baghavad Gita contiene una síntesis extraordinaria de parte de la misma y asequible a la mayoría de conciencias y a personas ya muy avanzadas (sabiendo leer entre líneas).
EliminarLa Sabiduría Divina, manifestada a través de los tiempos por diferentes enseñanzas, filosofías y religiones por medio de Avatares encarnados en nuestro planeta siempre ha existido. El Baghavad Gita contiene una síntesis extraordinaria de parte de la misma y asequible a la mayoría de conciencias y a personas ya muy avanzadas (sabiendo leer entre líneas).
EliminarLa Sabiduría Divina, manifestada a través de los tiempos por diferentes enseñanzas, filosofías y religiones por medio de Avatares encarnados en nuestro planeta siempre ha existido. El Baghavad Gita contiene una síntesis extraordinaria de parte de la misma y asequible a la mayoría de conciencias y a personas ya muy avanzadas (ssabiendo leer entre líneas).
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