Fragmento de texto del libro "Bhagavad Guita El Mensaje del Maestro" escrito por "Yogui Ramacharaka". El libro es una compilación de diversas traducciones sobre este episodio de la grandiosa epopeya Hindú conocida con el nombre de Mahabarata.
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PARTE XVI.
DIVISIÓN ENTRE LO DIVINO Y LO DEMONÍACO
KRISHNA. – He aquí, ¡oh príncipe!, las
virtudes de quienes huellan el sendero de perfección:
Intrepidez, pureza, perseverancia en las
sabias doctrinas; caridad, dominio propio, religiosidad, templanza, rectitud de
conducta, mansedumbre, veracidad, paciencia, abnegación, ecuanimidad,
sinceridad, benevolencia, modestia, constancia, firmeza, misericordia,
humildad, indulgencia.
He aquí ahora los vicios de quienes van por la
pendiente que los ha de hundir en la perdición: hipocresía, soberbia, presunción,
vanidad, ira, aspereza e ignorancia.
Las virtudes conducen a la liberación de la
mortalidad y a la unión con Dios.
Los vicios obligan a repetidos renacimientos
en la ciénaga de la mortalidad.
Las virtudes conducen a la emancipación; los
vicios, a la esclavitud. No temas, Arjuna, porque tú naciste con buen destino,
y la emancipación será tuya.
Los seres humanos pueden dividirse en dos
categorías: buena y mala, divina y demoníaca.
Ya te describí la índole divina. Escucha ahora
lo que es la demoníaca.
Los hombres de naturaleza demoníaca, ¡oh
príncipe!, no saben lo que es una buena acción ni lo que es reprimir una mala
acción. No hay en ellos ni pureza, ni honradez, ni verdad.
No tienen fe, y en su ignorancia creen que el
universo no ha tenido Creador.
No creen que el universo esté gobernado por
leyes inmutables. Niegan la existencia del Espíritu.
Son materialistas y ateos, y afirman que los
seres proceden de la unión sexual, sin más causalidad que la lujuria.
Con tan desatentas ideas, estos hombres de
corto entendimiento se entregan a las malas acciones y esparcen por el mundo
las semillas de los malos pensamientos y del error.
Viven tan sólo para satisfacer su
concupiscencia, que a ellos les parece el supremo bien.
Pero no gozan de paz ni satisfacción, porque
de un deseo nace otro deseo y de un apetito otro, en sucesión interminable, y
la excitación sensual se hace más intensa a medida que se la satisface.
Viven y mueren creyendo que el placer y la
felicidad se hallan en el halago de la naturaleza sensual.
Convencidos de que todo se acaba con la
muerte, hacen del deseo su único Dios, y de la satisfacción del deseo, su único
culto y adoración.
Dicen ellos: “Esto gane hoy. Mañana ganaré lo
que ambiciono. Ya es mía esta riqueza. También lo será mañana tal otra.”
“Me deshice de este enemigo y de igual modo me
desharé de otros. Soy mi propio Dios y no hay otro Dios sino yo. Soy el dueño y
gozaré de todo cuanto pueda gozar de este mundo. Soy afortunado, poderoso y
feliz.”
“Soy rico, nado en la abundancia. Aventajaré a
los demás hombres. ¿Quién tan sabio, perfecto y sagaz como yo?”
“Derramaré a manos llenas el dinero entre los
pobres para que alaben mi generosidad y vean cuán rico y poderoso soy.”
Así hablan los necios que presumen de sabios.
Combatidos por multitud de pensamientos,
acaban por estrangularlos los dogales de sus propios deseos.
Y el peso de los objetos de sensación los
precipita en los repetidos renacimientos, en planos cada vez más inferiores.
No hay infierno tan terrible como éste, ni aun
el imaginado por los que lo señalan como lugar de tormento.
Ególatras, obstinados, orgullosos, embriagados
por la codicia de riquezas ofrecen sacrificios por alarde de piedad y vana
ostentación de cuantiosas limosnas, porque siguen la letra y no el espíritu de
la Ley.
Por ignorancia, presunción y vanidad, entran
en el templo y profanan los sagrados lugares.
Egoístas, altaneros, insolentes, sensuales e
iracundos, estos malvados Me odian en su cuerpo y en los ajenos.
A estos impíos, malvados y aborrecedores, que
Me odian y odian todo lo bueno, Yo los arrojo en demoníacas matrices para que
continuamente renazcan en los planos inferiores.
Y caídos en profundos abismos, si alucinándose
de nacimiento en nacimiento no aprenden las lecciones de la experiencia ni les
llega a repugnar el cieno de la sensualidad, y prefieren irse hundiendo en
planos cada vez más bajos, al fin serán aniquilidados.
Así pierden sus almas y dejan de existir, tal
como sus locas filosofías les enseñaron a creer; pero de muy diferente manera a
como creían y por causas que tenazmente negaban.
Estos hombres no llegan a Mí, se pierden para
siempre, pues de la Nada no es posible volver.
Tres son las puertas de este infierno: la
lujuria, la ira y la avaricia.
Así pues, debe el hombre evitar estos vicios
como demoníacos caminos del infierno y la destrucción.
El que evita estos tres vicios, y al propio
tiempo se sobrepone a las tres cualidades, va ascendiendo paso a paso hasta
alcanzar el sendero que conduce al celeste estado de la divina unión.
Pero el que desoye los dictados de la
sabiduría espiritual y cede a los halagos de la lujuria, la ira y la avaricia,
no alcanzará la divina unión.
Por lo tanto, Arjuna, vérsate en las altas
enseñanzas espirituales y comprende qué buenas acciones debes practicar y qué
otras no debes cometer.
Busca siempre la viva Luz de la Sabiduría para
que ilumine y gobierne tus acciones.
Así concluye la parte decimosexta del Bhagavad
Guita, titulada:
DISTINCIÓN ENTRE LO DIVINO Y LO DEMONÍACO
Frases resaltadas:
ResponderEliminar"...las virtudes de quienes huellan el sendero de perfección:
Intrepidez, pureza, perseverancia en las sabias doctrinas; caridad, dominio propio, religiosidad, templanza, rectitud de conducta, mansedumbre, veracidad, paciencia, abnegación, ecuanimidad, sinceridad, benevolencia, modestia, constancia, firmeza, misericordia, humildad, indulgencia."
"Vérsate en las enseñanzas espirituales y comprende qué buenas acciones debes practicar y qué otras no debes cometer"
ResponderEliminar"Busca siempre la viva Luz de la Sabiduría para que ilumine y gobierne tus acciones"
En estas dos recomendaciones finales de Krishna a Arjuna nos da de forma muy simple y en pocas palabras la respuesta que muchos anhelamos cuando la indecisión y la inseguridad nos tienen presos.
Gracias de nuevo Dani
Un fuerte abrazo
Marta
Gracias a ti Marta por tus acertadas bienvenidas palabras.
EliminarUn fuerte abrazo
Hollar el Sendero de perfección implica practicar unas virtudes:
ResponderEliminarIntrepidez, pureza, perseverancia, caridad, dominio propio, templanza, rectitud de conducta, veracidad, paciencia, abnegación, benevolencia, firmeza, humildad, indulgencia.
He aquí ahora los vicios de quienes van por la pendiente que los ha de hundir en la perdición: hipocresía, soberbia, presunción, vanidad, ira, aspereza e ignorancia.
Las virtudes conducen a la liberación de la mortalidad y a la unión con Dios.
Los vicios obligan a repetidos renacimientos en la ciénaga de la mortalidad.
Por nuestras obras nos conoceremos.
La cuesta siempre es hacia arriba, y cada vez más pendiente, pero la vista desde esas alturas recompensa todo esfuerzo
EliminarLa cuesta siempre es hacia arriba, y cada vez más pendiente, pero la vista desde esas alturas recompensa todo esfuerzo
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