Instantes de lucidez es una recopilación de algunos comentarios y respuestas dadas en diferentes espacios. Algunas de ellas fueron dadas como respuesta, aclaración o ampliación al tema que se trataba y, en algunos casos, las mismas fueron mas inspiradoras e invitaban a la reflexión aún mas que el propio artículo de donde fueron extraídas.
ESTANCAMIENTO? O PRECIPITACIÓN ESPIRITUAL?
Imagino que en alguna ocasión (algunos al menos) habremos experimentado la sensación de encontrarnos en la vida como estancados.
Todo cambia. No solo el mundo, todo... y ese todo también nos incluye a nosotros aunque no seamos conscientes de ello. Hay momentos en que nos da la sensación de estar estáticos, pero solo la muerte es estática y, aún así, tampoco lo sería visto desde un punto de vista esotérico ya que, cuando esta se produce, infinidad de pequeñas vidas están mas libres que nunca y corren a sus anchas sin tener la "obligación" de agruparse en cierto orden para formar el cuerpo físico denso de la persona fallecida, la cual, por otro lado, tampoco a muerto a nivel de conciencia en sus otros cuerpos sutiles.
Si cerramos los ojos por un segundo y los volvemos a abrir, la Tierra ha recorrido en ese instante miles de kilómetros a una velocidad de vértigo. No éramos conscientes de esa circunstancia, pero no por ello la Tierra estaba parada. Nuestra percepción de la realidad a veces no es del todo exacta y podemos caer en el error de pensar que estamos estáticos, pero no existe esa palabra en el diccionario del Universo.
Momentos de duda e indecisión todos los pasamos y son necesarios, puesto que significa que aún no estamos preparados, hemos de madurar o aprender todavía algo mas de la situación que se nos presenta.
Por otro lado, tampoco deberíamos de tener miedo a que la supuesta situación de estancamiento nos haga perder oportunidades, puesto que si verdaderamente nos las perdemos, es que no nos encontrábamos preparados aún para asumirlas y, si nuestro destino es hacia esa dirección, no deberíamos tener miedo en quedarnos rezagados, ya que el Karma nos empujará hacia el mismo, de manera mas ortodoxa o mas conflictiva, pero nos empujará hacia ese destino.
En un mundo en que por regla general prevalecen valores poco espirituales, es normal que aparezcan las crisis de identidad, de valores, existenciales, etc. en personas mas concienciadas. La lucha que debe de ejercer el alma para atraer la atención hacia ella es enorme si el ambiente circundante no es el óptimo (y en la actualidad y dadas las circunstancias mundiales existentes, no es nada óptimo). Sería como intentar convencer a una manada de lobos hambrientos de la necesidad de convertirse al veganismo delante de una pequeña presa.
Todo pasa. Lo bueno y lo malo, pero que tampoco nadie se piense que hemos de caer en la autocomplacencia.
Nunca he sido partidario de las filosofías y comentarios que priman la autocomplacencia como forma de entenderla vida. El justificar la
inactividad de uno mismo con excusas como "de que todo va bien",
"de que estoy en el lugar que debo estar" o "de que soy
estupendo y nada me debe preocupar", a mi entender, es un engaño a uno
mismo y una manera mas o menos sutil de justificar los defectos de cada uno.
El negativismo es un tendencia que conviene eliminar puesto que nos encadena en nuestro progreso evolutivo, pero (y se que hay gente que no estará de acuerdo conmigo) un exceso de positivismo tampoco es lo adecuado, dado que no deja de ser el polo opuesto a la negatividad y nos aleja de ese centro de equilibrio en el que se encuentra la auténtica realidad.
Lo anterior lo comento porque entiendo perfectamente esa sensación de "autojustificación" en la que podemos estar tentados a caer. Puede que por un lado "A" (nuestra personalidad) esté de acuerdo con nuestra manera de ser, pero "B" (nuestra Alma o Yo Superior) nos sugiera que vayamos en una determinada dirección. Y (¿por qué no?) también podría darse un tercer supuesto "C" en que no fuese ni una cosa ni otra. Simplemente un momento de desorden puntual en nuestra vida que, precisamente por ser temporal, sería pasajero.
Los problemas en la vida son necesarios, de lo contrario no avanzaríamos nunca dado que la "cómoda" situación nos haría rehuir nuestras responsabilidades y nos estancaríamos eternamente, y eso es imposible en un Universo en el que, lo que quizás mas destaca en el mismo, es su total dinamismo cuando se encuentra en manifestación como lo es en el periodo actual.
En momentos de desazón hemos de esperar que, transcurrido un cierto tiempo, las cosas se vayan aclarando por si mismas de forma natural y sin prisas (que no suelen ser buenas consejeras).
Por último me gustaría añadir un último comentario a nivel esotérico.
Por regla general, suele ser la personalidad la que tiene prisa. El Alma no tiene ningún tipo de prisa en adquirir según que conocimientos ni experiencias si el instrumento que se las puede proporcionar (la personalidad) aún no está lo suficientemente preparado para suministrárselas. Ella esperará el tiempo que sea necesario, ya que sabe que, aún en el supuesto de que la personalidad no quiera suministrárselas (se estanque su proceso evolutivo), el Karma presionará en la dirección correcta para "activar" a esa "dormida" personalidad.
DEPREDACIÓN DEL PLANETA
Solo un estúpido es capaz de dañarse
conscientemente y disfrutar con ello. Solo el ser humano es capaz de dañar a la
Naturaleza, a conciencia, y sin el menor reparo por ello.
Sólo cuando comprendamos que somos
"células" del planeta y que todo daño que hagamos a la misma nos lo
hacemos a nosotros, sólo entonces la armonía reinará en la Tierra.
ESTANCAMIENTO? O PRECIPITACIÓN ESPIRITUAL?
Imagino que en alguna ocasión (algunos al menos) habremos experimentado la sensación de encontrarnos en la vida como estancados.
Todo cambia. No solo el mundo, todo... y ese todo también nos incluye a nosotros aunque no seamos conscientes de ello. Hay momentos en que nos da la sensación de estar estáticos, pero solo la muerte es estática y, aún así, tampoco lo sería visto desde un punto de vista esotérico ya que, cuando esta se produce, infinidad de pequeñas vidas están mas libres que nunca y corren a sus anchas sin tener la "obligación" de agruparse en cierto orden para formar el cuerpo físico denso de la persona fallecida, la cual, por otro lado, tampoco a muerto a nivel de conciencia en sus otros cuerpos sutiles.
Si cerramos los ojos por un segundo y los volvemos a abrir, la Tierra ha recorrido en ese instante miles de kilómetros a una velocidad de vértigo. No éramos conscientes de esa circunstancia, pero no por ello la Tierra estaba parada. Nuestra percepción de la realidad a veces no es del todo exacta y podemos caer en el error de pensar que estamos estáticos, pero no existe esa palabra en el diccionario del Universo.
Momentos de duda e indecisión todos los pasamos y son necesarios, puesto que significa que aún no estamos preparados, hemos de madurar o aprender todavía algo mas de la situación que se nos presenta.
Por otro lado, tampoco deberíamos de tener miedo a que la supuesta situación de estancamiento nos haga perder oportunidades, puesto que si verdaderamente nos las perdemos, es que no nos encontrábamos preparados aún para asumirlas y, si nuestro destino es hacia esa dirección, no deberíamos tener miedo en quedarnos rezagados, ya que el Karma nos empujará hacia el mismo, de manera mas ortodoxa o mas conflictiva, pero nos empujará hacia ese destino.
En un mundo en que por regla general prevalecen valores poco espirituales, es normal que aparezcan las crisis de identidad, de valores, existenciales, etc. en personas mas concienciadas. La lucha que debe de ejercer el alma para atraer la atención hacia ella es enorme si el ambiente circundante no es el óptimo (y en la actualidad y dadas las circunstancias mundiales existentes, no es nada óptimo). Sería como intentar convencer a una manada de lobos hambrientos de la necesidad de convertirse al veganismo delante de una pequeña presa.
Todo pasa. Lo bueno y lo malo, pero que tampoco nadie se piense que hemos de caer en la autocomplacencia.
Nunca he sido partidario de las filosofías y comentarios que priman la autocomplacencia como forma de entender
El negativismo es un tendencia que conviene eliminar puesto que nos encadena en nuestro progreso evolutivo, pero (y se que hay gente que no estará de acuerdo conmigo) un exceso de positivismo tampoco es lo adecuado, dado que no deja de ser el polo opuesto a la negatividad y nos aleja de ese centro de equilibrio en el que se encuentra la auténtica realidad.
Lo anterior lo comento porque entiendo perfectamente esa sensación de "autojustificación" en la que podemos estar tentados a caer. Puede que por un lado "A" (nuestra personalidad) esté de acuerdo con nuestra manera de ser, pero "B" (nuestra Alma o Yo Superior) nos sugiera que vayamos en una determinada dirección. Y (¿por qué no?) también podría darse un tercer supuesto "C" en que no fuese ni una cosa ni otra. Simplemente un momento de desorden puntual en nuestra vida que, precisamente por ser temporal, sería pasajero.
Los problemas en la vida son necesarios, de lo contrario no avanzaríamos nunca dado que la "cómoda" situación nos haría rehuir nuestras responsabilidades y nos estancaríamos eternamente, y eso es imposible en un Universo en el que, lo que quizás mas destaca en el mismo, es su total dinamismo cuando se encuentra en manifestación como lo es en el periodo actual.
En momentos de desazón hemos de esperar que, transcurrido un cierto tiempo, las cosas se vayan aclarando por si mismas de forma natural y sin prisas (que no suelen ser buenas consejeras).
Por último me gustaría añadir un último comentario a nivel esotérico.
Por regla general, suele ser la personalidad la que tiene prisa. El Alma no tiene ningún tipo de prisa en adquirir según que conocimientos ni experiencias si el instrumento que se las puede proporcionar (la personalidad) aún no está lo suficientemente preparado para suministrárselas. Ella esperará el tiempo que sea necesario, ya que sabe que, aún en el supuesto de que la personalidad no quiera suministrárselas (se estanque su proceso evolutivo), el Karma presionará en la dirección correcta para "activar" a esa "dormida" personalidad.
(CONTINUARÀ)
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