DIALOGOS CONMIGO MISMO (XLIV)

Esta entrada es la continuación de: 

DIALOGOS CONMIGO MISMO (XLIII)

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Desarrollo de los 3 Sistemas Solares del Logos

En las enseñanzas del Tibetano se dice que el Logos Solar en el primer sistema solar (su última encarnación) desarrolló el 3r aspecto de la Deidad, la Inteligencia Activa, o lo que es lo mismo, la capacidad de la materia de responder y adaptarse a las necesidades ambientales y fuerzas que impactan sobre la misma. En este segundo sistema solar, debe de desarrollar (llevar a la perfección) el 2do Aspecto de la Deidad, el Amor-Sabiduría o Amor Inteligente, utilizando para ello la síntesis de la Inteligencia (desarrollada en el sistema solar anterior) y el Amor que se encuentra desarrollando en este. Finalmente, cuando lo haya logrado y se encuentre en un periodo de oscuración (reposo o no manifestación), volverá a generar un 3r sistema solar (encarnará) y deberá desarrollar el 1r Aspecto de la Deidad, el Propósito o Voluntad. Cuando lo consiga habrá realizado su labor y entonces se encontrará en disposición de poder sintetizar "el 3 en 1". Es decir, sintetizará los tres aspectos desarrollados (Inteligencia, Amor, Voluntad) en una sola fuerza.

Deduzco (por tanto puedo estar equivocado) que mientras no se encuentre en disposición de sintetizar los 3 Aspectos en uno, no puede (o no debe) sintetizar también todas las vidas y formas que conforman su Ser (átomos, animales, plantas, seres humanos..., y demás formas de vida), puesto que no hemos de olvidar que somos una minúscula fracción del Logos y, por tanto, estamos limitados por Sus leyes y desarrollo.

Nuestro nivel de comprensión humano con respecto a un Logos Solar, podría fácilmente asemejarse al de un pequeño microbio con respecto a un Maestro de Sabiduría, por lo tanto, aunque es importante el querer saber para poder situarnos mejor dentro del esquema evolutivo y del Plan Divino, determinados conceptos escapan totalmente a nuestra limitada comprensión humana.

Varios temas: Continuidad de Conciencia, Libertad, Apego a las Personas

Cuando uno se despertó con una idea o pensamiento (y no se fue a dormir con ese pensamiento), a menudo representa que se ha vuelto con "cierta" continuidad de conciencia de otros planos y que (al menos esta vez) hemos establecido probablemente contacto con nuestra alma. No siempre, pero suele pasar. En el supuesto que a alguien le haya pasado, mas adelante sabrá si verdaderamente contactó con su alma o no.

La libertad implica no estar encadenado o apegado a nada (ni a uno mismo). Esto puede parecer absurdo pero es así, pues cualquier deseo nos ata a planos inferiores (físico, astral y mental) y no son reales (desde la perspectiva del alma). Existen a los efectos de experimentar en (y con) la materia, pero la vida del espíritu se encuentra más allá. Por ejemplo, si un día alguien se despertara de un mal sueño en el que viera que alguien se está ahogando ... ¿querría volver al sueño para salvarlo? ...; ¿verdad que no porque dirías que aquello no es real ?, pues es algo parecido. El alma sabe que la vida de la personalidad sólo sirve para adquirir experiencias y conciencia, pero no tiene ningún interés en querer encadenarse eternamente a estas vivencias.

Entonces (y esto es lo que yo pienso), ¿es malo querer vivir muchas vidas apegado a personas y/o experiencias? Malo en sí imagino que no, pero esto obligará a aquella alma a tardar más en evolucionar, aunque la Ley de Evolución y del Karma la irá empujando hacia el destino que a aquella alma le espera, sin embargo, tarde o temprano llegará al lugar y posiblemente con más sufrimiento.

Es como saber que tienes un atajo para llegar a algún lugar y prefieres dar vueltas y vueltas y tardar mucho más y, a la larga, cansarte más aunque la pendiente del atajo fuera más inclinada, pero también más corta y por tanto ahorrarte sufrimiento.

Respecto a las almas (no a las personas, pues no son sus cuerpos lo que atraen), el Karma suele siempre unir a las personas en diferentes encarnaciones (no se si secuencialmente o con alternancias). Por lo tanto, de buen seguro que de una manera u otra se volverán a presentar en otras vidas esas personas amadas, sea como pareja, hijos, padres, amigos, compañeros de trabajo ... De hecho, yo creo que, por mucho que ame a alguien en esta vida, ¿quién no me asegura que en una vida anterior no me sentí aún "más ligado" a otra persona? El hecho de no recordarlo no quiere decir que no pudiera ser.

Lo que yo pienso:

Como persona normal creo que vale la pena hacer esfuerzos para ir desapegándonos de las cosas y de las personas pero no en una sola vida (que no significa desentendernos, sino amarlos sin esperar nada a cambio y sin ligarnos de una manera irracional y apasionadamente).

Intuición

Si uno cree realmente que lo que ha llegado a percibir es fruto de la intuición, deberíamos dejarnos llevar por ella, pero es poco probable que la mayor parte de personas puedan mantener un contacto habitual con el plano Búdico (a no ser que se sea un Ser muy avanzado). Puede llegarnos información (sobre todo practicando meditación) en cualquier momento, pero es difícil saber ciertamente (al menos para mi) si lo que nos llega es fruto de la intuición, de un razonamiento inteligente, del deseo o aspiración hacia un elevado propósito o, incluso, de una imaginación muy activa.

Es imprescindible desarrollar la facultad del discernimiento cuando se empieza a recorrer la senda espiritual, dado que en el momento actual, es muy fácil obtener información por diversos medios y no siempre la misma es adecuada a lo que nuestro Ser requiere.

En principio, cuando una determinada información procede directamente del plano Búdico, no existe posibilidad de error. Quien realmente haya contactado directamente con el Plano Búdico, lo sabrá perfectamente (al menos eso es lo que nos insinúa D K. En sus libros).

Por último, es imprescindible desarrollar el antakarana (por medio de la meditación) para poder tener una conexión fluida con nuestra alma y, de esta manera, poder recibir información procedente directa y realmente de la intuición.

Lo anterior no excluye que podamos recibir (y suele pasar en personas ya correctamente orientadas) "destellos" de intuición desde nuestra alma, los cuales, aunque esporádicamente, si sabemos interpretarlos de forma correcta, nos ayudan a dirigir nuestros pasos hacia la dirección correcta.

Rayos, Devoción y Servicio 

El misticismo, religiosidad e idealismo propio de mucha gente, proviene de la influencia que ejerce el 6to Rayo de Idealismo y Devoción en las personas y/o almas que pertenecen a dicho rayo. Es una forma (válida como cualquier otra) de expresar el Plan de Dios en la Tierra, pero no la única.

El 1r Rayo de Voluntad y Poder, ejerce su influencia en todo aquello relacionado con la política y formas de gobierno. Son aquella personas con una marcada influencia a dirigir.

El 2do Rayo de Amor-Sabiduría, ejerce su influencia en todo lo relacionado con la Enseñanza y la Curación (Esotérica).

El 3r Rayo de Inteligencia Activa, ejerce su influencia en lo económico, financiero y medios de comunicación.

El 4to Rayo de Armonía a través del Conflicto, ejerce su influencia en todo lo relacionado con las artes.

El 5to Rayo de Conocimiento Concreto y Ciencia, ejerce su influencia en aquellas profesiones relacionadas con la Ciencia y la Investigación.

El 6to Rayo de Idealismo y Devoción, ejerce su influencia (como se comentó) en el aspecto religioso, devoto y místico. Buena parte de la humanidad está muy influenciada por este Rayo, aunque la fuerza del mismo (perteneciente a la Era de Piscis) está decayendo, dejando paso a la energía de 7to Rayo propia de la Era de Acuario (La Nueva Era).

El 7to Rayo de Orden Ceremonial, ejerce influencia en lo relacionado con las ceremonias, la construcción y lo nuevo.

El Plan no consiste únicamente en ser devoto y/o religioso. Hay muchas y diversas formas de servir al mismo y mucha gente anónima está contribuyendo a la manifestación del mismo.

En esencia somos iguales puesto que provenimos de la misma fuente, pero en apariencia somos bien distintos, como distintas son las formas de manifestar el Plan según sean nuestras características personales y el rayo al que pertenezca el alma.

Dani