Me he tomado la libertad de remarcar algunas frases
Por Clara Codd
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Por Clara Codd
Hace poco encontré un pequeño y exquisito
poema titulado “Song at Twilight” (Canción al
Anochecer), solamente de tres versos, y citaré aquí el
primero de ellos:
Debemos seguir a partir de aquí.
El tiempo no tiene retorno.
Lleva lo que hemos aprendido,
que desaprender no podremos.
El puente que dejamos atrás,
no existe.
En todos los momentos de la vida, ese primer
verso siempre es cierto. Tenemos que partir justamente de donde estamos. Puede que
hayamos estado vagando por el camino, o que hayamos tomado alguna curva
dudosa. En cualquier caso, nada podemos hacer salvo comenzar donde estamos.
Conozco a personas que posponen el comienzo de
esa gran empresa que es avanzar por el Sendero, diciendo que esperarán a ser
mayores o más sabios. Pero tan pronto el primer vislumbre de que hay un sendero de
retorno al hogar viene a nuestras almas, ese es el momento de empezar a recorrerlo. A veces
decimos que no somos aún suficientemente buenos, o que no somos lo
suficientemente puros, o que no estamos lo suficientemente preparados, cuando en realidad
no podemos empezar a hollar el Sendero salvo donde mismo estamos. No podemos
comenzar una empresa tan grande como ésta, si no es de la forma en que somos.
Hay una adorable stanza de la antigua India, que dice:
Puro o impuro,
cualquier puede ser,
meditando en lo Puro
llegaré a ser puro.
Nosotros sólo podemos comenzar como somos, y
tenemos que partir de donde estamos.
Algunos pensarán que son demasiado viejos
porque la vida ya casi se les ha ido. ¡Qué idea tan errónea! En la vida del Espíritu no
hay edad, espacio, ni tiempo, de la forma en que nosotros entendemos estos conceptos. Hay
una gran verdad en la vieja historia del ladrón en la cruz, que en el momento de la
muerte entró al paraíso con el Señor. Su último pensamiento le dio una nueva dirección
a su alma antes de abandonar su cuerpo.
Los últimos años en la vida de una persona,
incluso los últimos meses, pueden darle una nueva dirección a su vida, y comenzar un
nuevo camino que le lleve más allá de los confines de la muerte, conduciéndole hasta la
próxima encarnación. Los pensamientos de todas las personas mayores deberían
volverse hacia el cielo. Por desgracia, sus pensamientos con frecuencia se dirigen hacia
atrás, reviviendo los hechos acontecidos en esa vida que transcurrió rápidamente. Los
recuerdos están estrechamente relacionados con el pasado. Eso está bien y es
bueno si los recuerdos están llenos de amor, compasión, alegría, amistad, o belleza.
Pero también tenemos que mirar hacia el futuro. Las glorias del cielo que vienen.
En el momento de la muerte, el alma desciende
para revisar la vida pasada y comprenderla. Debemos llevar el dorado hilo de
Ariadna con nosotros a través de las puertas de la muerte, el hilo de una dorada
esperanza, de una nueva resolución, aunque esto sea apenas un comienzo.
Y así debe ser también con todos los problemas de la vida. Aunque pensemos que no estamos bien equipados para la empresa, el Tiempo no esperará a que nosotros encontremos sabiduría, ayuda o decisión.
No importa lo que seamos, ni el punto en que nos encontremos, tenemos que partir de donde estamos. Entonces podremos seguir aceptando valientemente los resultados que curarán nuestra falta de sabiduría o de capacidad,
teniendo siempre una enorme fe y confianza; una confianza en la vida, que es Dios en
acción, y una fe en la belleza, que es finalmente la eterna conquistadora. El hilo de oro,
nuestro propio Sutratma, una y otra vez nos llevará de retorno a nuestro Ser divino, y un
día ese hilo dorado nos sacará de la oscuridad de esta caverna para llevarnos al
fulgor de la luz eterna.
Texto obtenido de The Theosophical Society in America
Este artículo se publicó originalmente en
Trust Yourself to Life, Theosophical Publishing House, 1968.
Editado por el Departamento de Educación de la
Sociedad Teosófica en América, 2006.
Traducción y Redacción: Eulalia M. Díaz
No conocía a Clara Codd, algunos fragmentos me hicieron recordar a Emmet Fox.
ResponderEliminar...una confianza en la vida, que es Dios en acción, y una fe en la belleza, que es finalmente la eterna conquistadora...
Me gusto mucho Dani.
Besos.
Me alegra saber que te agradó el texto, Adri.
EliminarNo hay casualidades, y de una manera u otra van apareciendo ante mi escritos que van marcando unas pautas de comportamiento que, imagino, debería de intentar seguir. Pero estos escritos son lo suficiente versátiles para que puedan ser de utilidad a otros. Es mas, creo que es mas importante que puedan ser útiles a otros que el provecho que yo pueda sacarle de los mismos, puesto que es de lógica aplastante que el beneficio colectivo ha de primar siempre por encima del individual.
Un placer poder contar con tu presencia en el blog Adri.
Un fuerte abrazo
Muy interesante.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
El conocimiento que alguna vez fue hermético y cuestionado, deja de serlo para abrirse a las masas.
¡Un abrazo amigo!
Gracias por tu apreciado comentario y presencia Tendencia Vital.
EliminarUn abrazo
Me gusta mucho leer a Clara Codd. Gracias por este extracto que desconocía
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Marcos.
Gracias Marcos por tu presencia.
EliminarUn fuerte abrazo
Hola Dani:
ResponderEliminarHermoso poema, y excelente el fruto que ha salido de él con tu exposición.
Una exposición muy interesante para reflexionar.
Gracias por compartir.
Hola Toi.
EliminarUn placer tenerte por aquí (y por tendencia vital). Hacia tiempo que no se te veía. Me alegra saber que el artículo te es de utilidad.
Un abrazo
He conocido a bastantes personas de buena voluntad que tienen muchas ansias de ser útiles a la humanidad en la vida práctica, no únicamente en teoría. Sin embargo acostumbra a suceder lo ya mencionado.
ResponderEliminarPueden existir varios motivos para que algunas personas no se decidan a dar el paso definitivo, uno de ellos es que no creen estar preparadas y seguramente son sinceras, otro motivo es que la responsabilidad les asusta y también el karma que puedan generar para si mismos si se equivocan. También ocurre a menudo que sabiendo que el servicio conlleva renuncia y sacrificio personal, prefieran continuar recibiendo en vez de dar.
Tal vez no se les ha ocurrido pensar o no saben que: "el camino se hace al andar" tal como dejó escrito Antonio Machado.
Os puedo asegurar por experiencia propia que he aprendido más enseñando a los demás que estudiando para mi misma.
Es sirviendo que se aprende a servir!.
Gracias Dani por este magnífico poema que yo desconocía.
Un fuerte abrazo.
Marta
Gracias Marta por aportarnos tu propia experiencia en estos temas. A veces lo mas difícil es dar el primer paso, pero si no se inicia ese primer paso no podran empezar a darse los siguientes.
EliminarUn fuerte abrazo
Hola, intento responder desde el móvil. ..a ver si sale. Es muy cierto lo que dice aquí y da para pensar. Siempre nos parece que los demás se detienen, pocas veces somos conscientes de nuestros progresos mientras se están produciendo, un rellano no es un stop es más bien un para, piensa, integra lo nuevo y sigue. Es costumbre nuestra juzgarlo todo, en realidad eso da igual es como un pasatiempo incorporado. Si a pesar de juzgar nuestros progresos y los de los "otros"...seguimos adelante totalmente convencidos de que el avance es imparable, aprovecharemos nuestras experiencias de forma más consciente utilizando las nuevas herramientas.
ResponderEliminarCreo que cada experiencia forma parte del todo, cuando dividimos al todo puede que sintamos que algunas de esas experiencias son una perdida de tiempo. Sin embargo a medida que vamos rompiendo las barreras que nos impiden unirnos , sentimos que cada cosa por minúscula o insignificante que parezca es útil para el todo. Es cuando empezamos a agradecer a los "otros" su sacrificio y aporte.
Namaste
La respuesta se recibió correctamente Susana.
EliminarGracias por aportarnos tus reflexiones.
Namaste
¡Gracias a tod@s! :)
Eliminar"El tiempo lleva lo que hemos aprendido"...Una frase magnífica...
ResponderEliminarNamaste
El tiempo solo es el vehículo que nos permite realizarnos como seres.
EliminarGracias Susana por tu agradecida compañía y comentario.
Un abrazo