Vida limpia, mente abierta,
corazón puro, intelecto despierto,
percepción espiritual sin velos,
fraternidad hacia el condiscípulo.
Presteza para dar y recibir consejo e instrucción,
leal sentido del deber hacia el Maestro
obediencia a los mandatos de la Verdad,
toda vez que hemos puesto nuestra confianza en Él
y creamos que el Maestro la posee.
Valor para soportar las injusticias personales,
enérgica declaración de principios,
valiente defensa de los que son injustamente atacados,
y mirada siempre fija en el ideal humano
de progreso y perfección que revela la ciencia secreta.
—Esa es la Escala de Oro,
por cuyos peldaños el aspirante puede ascender
al Templo de la Sabiduría Divina.
H. P. Blavatsky
Sí... el Sendero de Santidad hacia el Altísimo.
ResponderEliminarGràcies.
Difíciles preceptos de seguir, pero de obligado cumplimiento para ascender.
ResponderEliminarGracias por estar Olga i Carles.
Un abrazo