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¿Se deben interpretar de forma personal las enseñanzas esotéricas y difundirlas?
Personalmente, creo que sí se debe intentar simplificar (en la medida de
lo posible) las enseñanzas para hacerlas asequibles a quien, por
motivos diversos, en su vida no ha tenido la oportunidad, tiempo o
posibilidad de poder profundizar en las enseñanzas esotéricas,
consiguiendo de esta manera que las mismas lleguen a donde deban llegar,
cuando deban llegar y a quien deba llegar.
Eso sí, se debería de indicar en que textos están fundamentadas, indicando el máximo posible de detalles como el autor, título del libro, capítulo, página, etc. (aspecto este muy importante que, precisamente, no suele hacerse), para que quien haya leído las interpretaciones que se hayan dado, pueda corroborarlas si lo desea desde la fuente de origen de las mismas y aceptarlas o rechazarlas según su capacidad de discernimiento le aconseje.
El nivel de conciencia de cada ser es el que permite (o no) captar el grado de profundidad y complejidad de las enseñanzas, siendo esta complejidad y dificultad la que mantiene a salvo a las mismas de interpretaciones erróneas.
En otras palabras, a quien su nivel de conciencia no le permita captar lo que intentan transmitir, tampoco podrá transmitir las mismas a otros por mucho que lo intente y aunque utilice otras palabras, puesto que si no han calado en el interior del ser, no podrá ni sabrá que debe decir. A lo sumo, copiará el texto literalmente (de ahí la importancia de indicar el origen del texto con todos sus detalles), estando entonces las mismas libres de cualquier mala interpretación.
¿Qué deberíamos hacer entonces? Lo que nuestra conciencia, previa una reflexión sincera, inegoísta y profunda nos dicte. Pero, ¿y si nos equivocamos?... ¿quizás generemos karma? Puede que sí, aunque cuando el móvil es puro y altruista, las repercusiones kármicas no serán las mismas que cuando el móvil sea interesado y/o egoísta. Por otro lado, no olvidemos que una acción genera una reacción, pero la inacción también genera karma si el destino de esa persona lo conduce en una dirección y la misma se opone a seguirla.
Unidad y Uniformidad
Es una cosa importante a tener en cuenta.
En espiritualidad, mucha gente confunde erróneamente el sentido de Unidad de todas las cosas con el de "uniformidad".
Todos los seres humanos formamos parte del Alma Una, pero cada individuo es una unidad de vida independiente, con sus propias características que lo hacen "único y diferente" a sus compañeros. Es por medio de esas innumerables maneras de manifestarse y experimentar, lo que permite a esa Alma Una adquirir experiencia y conciencia.
Lo mismo ocurre con diferentes agrupaciones de vidas.
Hay países que creen que todo es "uniforme" y niegan el derecho a la "diversidad", a la diferenciación entre pueblos y culturas. Implantan el criterio del mas poderoso o mas numeroso y niegan el derecho divino a la expresión de "la Vida" en sus diferentes y múltiples maneras de manifestación. Imponen su criterio único impidiendo que puedan desarrollarse otras formas de manifestación diferentes a las suyas, y cometen un grave error. La libertad es el bien más preciado que posee el ser humano. Impedir que pueda manifestar lo que es, a parte de ser contrario a las leyes divinas, generará tarde o temprano consecuencias kármicas.
El Mal Cósmico
El mal Cósmico procede de más allá de nuestro sistema solar y la
humanidad nada puede hacer con el. La Jerarquía atenúa con esfuerzo su
penetración en el planeta (la puerta no se encuentra totalmente
sellada), pero necesita de la colaboración de la humanidad (sellando la
puerta del mal planetario) redimiendo la materia (la separatividad el
egoísmo y la pérdida de influencia del espejismo astral en el ser
humano), produciéndose de esta forma las condiciones necesarias para
que en los 3 centros planetarios Coronario, Cardíaco y Laríngeo
(Shamballa, Jerarquía y Humanidad) la energía espiritual fluya
correctamente, atrayendo entonces la atención de cierto Avatar Cósmico
que dirigirá su mirada y su fuerza hacia ese punto y el mal cósmico será
erradicado de la Tierra (de todo el planeta, no únicamente del ser
humano...), la puerta donde se halla el mal será sellada.
De ahí nuestra importancia como seres humanos en la labor de erradicar el mal Cósmico. No porqué debamos luchar contra el, sino para que el ser humano y la humanidad en su conjunto (centro laríngeo), funcionen a la perfección en unión a los otros dos centros y de esta forma, la energía espiritual que circule entre los centros (Shamballa -Jerarquía - Humanidad) sea lo suficientemente intensa como para llamar la atención de uno de los avatares cósmicos que con su poderosa fuerza "sellará la puerta donde se halla el mal".
De esta forma surgirán las condiciones necesarias en el planeta para que el Logos pueda recibir una determinada Iniciación que permitirá convertir a nuestro planeta en un planeta sagrado (Este último párrafo -el de la Iniciación- es una deducción - razonamiento personal).
Aunque el Tibetano comenta en este fragmento que la puerta será sellada muy pronto, en otros libros (que ahora mismo no recuerdo) insinúa que si la humanidad no hace su trabajo, puede volverse a abrir ampliamente la puerta y retardar y empeorar la situación. Dadas las circunstancias actuales, quizás debería tener más interés el ser humano en no facilitar que esa puerta continúe relativamente abierta.
Querer y no Querer
Llega un momento en la evolución del ser humano en que su insatisfacción
por las circunstancias que le envuelven, le empuja a cuestionarse
aspectos de su vida. A diferencia de la mayor parte de personas que le
rodean, no se siente atraído hacia las cosas que los demás ansían con
vehemencia, pero al mismo tiempo no se siente lo suficientemente fuerte
como para abandonarlas y empezar a hollar la senda espiritual.
Son momentos de crisis personales y conflictos. El alma empieza a hacerse sentir pero la personalidad se niega a abandonar todo aquello por lo que se siente atraída.
En la Naturaleza y en todo lo que nos envuelve, podemos encontrar analogías de situaciones, si no idénticas, al menos parecidas, las cuales si observamos con atención e interés, pueden facilitarnos y/o ofrecernos momentos de inspiración que nos facilitarán a veces respuestas a nuestras preguntas mas trascendentales, y es lógico que así sea, puesto que la energía que impulsa a toda forma de Vida es la misma aunque la forma en que se manifieste difiera.
Música y Devas
Yo entiendo que la música es el medio de expresión de los Devas
(Ángeles), su lenguaje. Cuando una determinada melodía o fragmento nos
hace sentir alguna sensación fuera de lo habitual, para mi (repito, para
mi) significa que algún tipo de contacto se ha establecido.
Según sea nuestro estado de ánimo y sensibilidad de nuestros cuerpos, así será el tipo de música con la que nos identifiquemos y por consiguiente el tipo de deva mas elevado o menos con el que se armonice, dado que es evidente que la entidad que se halle detrás de una gran sinfonía o música celestial no será la misma que la que se encuentre detrás de la música Heavy Metal o música máquina (por decir un ejemplo).
Dani
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