Tenemos casas más grandes, y familias más pequeñas; cosas más convenientes, pero menos tiempo; más educación, y menos sentido; más conocimiento, y menos juicio; más expertos, y más problemas; más medicinas, y menos bienestar;
Tomamos mucho, fumamos mucho, gastamos sin medida, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enfurecemos demasiado rápido, nos acostamos muy tarde, nos levantamos muy cansados, casi no leemos, vemos demasiada TV, y casi nunca rezamos.
Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero reducido nuestros valores, hablamos demasiado, amamos muy poco y mentimos casi todo el tiempo, hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a disfrutarla, le hemos sumado años a la vida y no vida a los años.